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Blog de Alicia Elizundia

De Cuba

Chávez: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos!

Chávez: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos! Mensaje al pueblo venezolano:

“Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser superiores a los pretéritos“. Simón Bolívar.

El tiempo y sus ritmos, el tiempo y sus mandatos, el tiempo y sus designios, como está señalado en el Eclesiastés, me llevan hoy a leer este comunicado a la nación venezolana y a la opinión pública internacional, muy pendientes como sé han estado de la evolución de mi salud, desde que hace varias semanas comenzó a dar muestras evidentes de deterioro.

Después de la excelente gira que hicimos por Brasil y Ecuador entre los días 5 y 7 de junio próximo pasados, llegamos a la Cuba solidaria de siempre para concluir la jornada con la revisión y firma de nuevos acuerdos de cooperación.

Confieso que desde el punto de vista de mi salud solo tenía previsto hacerme un chequeo en la rodilla izquierda, ya casi recuperada de aquella lesión de comienzos de mayo.

A lo largo de toda mi vida vine cometiendo uno de esos errores que bien pudiera caber perfectamente en aquella categoría a la que algún filósofo llamó “errores fundamentales”: descuidar la salud y, además, ser muy renuente a los chequeos y tratamientos médicos. Sin duda ¡qué error tan fundamental!, y sobre todo en un revolucionario con algunas modestas responsabilidades como las que la revolución me vino imponiendo desde hace más de 30 años.

Sin embargo, ya en La Habana, cuando caía la tarde del miércoles 8 de junio, allí estábamos de nuevo con Fidel, con aquel gigante que ya superó todos los tiempos y todos los lugares. Seguramente no fue difícil para Fidel darse cuenta de algunos malestares, que, más allá de mi rodilla izquierda, yo había venido tratando de disimular desde varias semanas atrás. Me interrogó casi como un médico, me confesé casi como un paciente, y esa misma noche todo el inmenso avance médico que la Revolución Cubana ha logrado para su pueblo, y una buena parte del mundo, fue puesto a nuestra plena disposición, iniciándose un conjunto de exámenes, de diagnósticos.

Fue así como se detectó una extraña formación en la región pélvica que ameritó una intervención quirúrgica de emergencia ante el inminente riesgo de una infección generalizada. Eso fue el sábado 11 de junio, muy temprano en la mañana, algunas horas antes del anuncio que fue leído al país y al mundo, y que ha desatado tantas manifestaciones de solidaridad que no dejan de emocionarme a cada instante.

Luego de aquella operación, que en principio logró el drenaje del absceso, comenzó un tratamiento antibiótico intensivo con una positiva evolución, que trajo una notable mejoría. Sin embargo, y a pesar de la favorable evolución general, a lo largo del proceso de drenajes y de curas, fueron apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras formaciones celulares no detectadas hasta entonces.

Comenzó, por tanto, y de inmediato, otra serie de estudios especiales citoquímicos, citológicos, microbiológicos y de anatomía patológica que confirmaron la existencia de un tumor abscesado con presencia de células cancerígenas, lo cual hizo necesaria la realización de una segunda intervención quirúrgica que permitió la extracción total de dicho tumor.

Se trató de una intervención mayor, realizada sin complicaciones, tras la cual he continuado evolucionando satisfactoriamente, mientras recibo los tratamientos complementarios para combatir los diversos tipos de células encontradas y así continuar por el camino de mi plena recuperación.

Mientras tanto, me he mantenido y me mantengo informado y al mando de las acciones del gobierno bolivariano, en comunicación permanente con el vicepresidente, compañero Elías Jaua y todo mi equipo de gobierno.

Agradezco infinitamente las numerosas y entusiastas demostraciones de solidaridad que he recibido del pueblo venezolano y otros pueblos hermanos, así como de Jefes de Estado y de Gobierno de numerosos países del mundo, desde la convicción de que todo ese amor, de que toda esa solidaridad constituyen la más sublime energía que impulsa e impulsará mi voluntad de vencer en esta nueva batalla que la vida nos ha puesto por delante, y de manera muy especial al pueblo cubano, a la nación cubana, a Fidel, a Raúl, a toda esta legión médica que se ha puesto al frente de esta batalla de una manera verdaderamente sublime.

Sin embargo, también he estado muy consciente de cierto grado de angustia e incertidumbre que ha estado recorriendo, a lo largo de estos días, de estas noches, el alma y el cuerpo de la nación venezolana. Creo que más allá de los intentos manipuladores de algunos sectores bien conocidos, esos sentimientos eran y son inevitables, y forman parte de la propia naturaleza humana, rodeada esta, además, por las circunstancias que la enmarcan y muchas veces la sacuden, como en este caso ocurre.

Desde el primer momento asumí todas las responsabilidades en cuanto al cuido estricto por la veracidad de las informaciones a ser trasmitidas, fundamentándome en un doble conjunto de razones: la razón médico-científica, en primer término, y, en segundo lugar, y de manera especialmente cuidada desde lo más profundo de mi alma y de mi conciencia, la razón humana, la razón amorosa, para ser más preciso, ¡la razón amorosa!

De la primera, es decir, de la razón médica, ya hemos hablado un poco. Ha sido un proceso lento y cuidadoso de aproximación y diagnóstico, de avances y descubrimientos a lo largo de varias etapas, en las cuales se vino aplicando un riguroso procedimiento científico que no aceptaba ni acepta apresuramientos ni presiones de ningún tipo. La norma suprema que sustenta esta poderosa razón es la plena verificación científica, más allá de los indicios y sospechas que vinieron apareciendo.

Y acerca de la razón amorosa, estoy obligado ahora a hablarles desde lo más hondo de mí mismo. En este instante recuerdo el 4 de febrero de aquel estruendoso año 1992. Aquel día no tuve más remedio que hablarle a Venezuela desde mi ocaso, desde un camino que yo sentía me arrastraba hacia un abismo insondable. Como desde una oscura caverna de mi alma brotó el “por ahora” y luego me hundí.

También llegan a mi memoria ahora mismo aquellas aciagas horas del 11 de abril de 2002. Entonces también le envié a mi amado pueblo venezolano aquel mensaje, escrito desde la Base Naval de Turiamo, donde estaba prisionero, Presidente derrocado y prisionero. Fue como un canto de dolor, lanzado desde el fondo de otro abismo, que sentía me tragaba en su garganta y me hundía y me hundía.

Ahora, en este nuevo momento de dificultades, y sobre todo desde que el mismo Fidel Castro en persona, el mismo del Cuartel Moncada, el mismo del Granma, el mismito de la Sierra Maestra, el gigante de siempre, vino a anunciarme la dura noticia del hallazgo cancerígeno, comencé a pedirle a mi señor Jesús, al Dios de mis padres, diría Simón Bolívar; al manto de la Virgen, diría mi madre Elena; a los espíritus de la sabana, diría Florentino Coronado; para que me concedieran la posibilidad de hablarles, no desde otro sendero abismal, no desde una oscura caverna o una noche sin estrellas. Ahora quería hablarles desde este camino empinado por donde siento que voy saliendo ya de otro abismo. Ahora quería hablarles con el sol del amanecer que siento me ilumina. Creo que lo hemos logrado. ¡Gracias, Dios mío!

Y, finalmente, mis amados y amadas compatriotas; mis adoradas hijas e hijos; mis queridos compañeros jóvenes, niñas y niños de mi pueblo; mis valientes soldados de siempre; mis aguerridos trabajadores y trabajadoras; mis queridas mujeres patriotas; mi pueblo amado, todo y uno solo en mi corazón, les digo que el querer hablarles hoy desde mi nueva escalada hacia el retorno no tiene nada que ver ya conmigo mismo, sino con ustedes, pueblo patrio, pueblo bueno. Con ustedes no quería ni quiero para nada que me acompañen por senderos que se hundan hacia abismo alguno. Les invito a que sigamos juntos escalando nuevas cumbres, que hay semerucos allá en el cerro y un canto hermoso para cantar nos sigue diciendo desde su eternidad el cantor del pueblo, nuestro querido Alí Primera.

!Vamos pues, vamos, con nuestro padre Bolívar, en vanguardia, a seguir subiendo la cima del Chimborazo!

¡Gracias Dios mío! ¡Gracias pueblo mío! ¡Gracias, vida mía!

¡Hasta la victoria siempre!

¡Nosotros venceremos!

La Habana, esta querida y heroica Habana, 30 de junio de 2011.

Desde la patria grande, les digo, desde mi corazón, desde mi alma toda, desde mi esperanza suprema, que es la de un pueblo: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos!

¡Muchas gracias! ¡Hasta el retorno!

Regresa Carlos Varela a EEUU en junio

Regresa Carlos Varela a EEUU en junio

A pesar de que hace menos de un año que Carlos Varela se presentó con su banda en varias ciudades de los EEUU, el anuncio de su próxima gira por ese país ha creado un gran revuelo dentro de sus seguidores.

Con 30 años de carrera y 9 discos publicados, Carlos Varela se ha ganado admiradores en más de una generación de cubanos dentro y fuera de Cuba; sin embargo su base de fans cada día se extiende más a otros países como los Estados Unidos; donde gracias al apoyo de su amigo y colega Jackson Browne, su música ahora también podrá escucharse en varios de los festivales y recintos más importantes de ese país.

La gira, que comienza el 10 de Junio con un concierto en el Great American Music Hall de San Francisco, incluye presentaciones en el Playboy Jazz Festival de Los Ángeles, el Blue Note Jazz Festival de Nueva York y el Clearwater Revival de Pete Seeger en Croton, pero también conciertos en clubs y salas más íntimas como el BB King’s Blues de Nueva York y el Coolidge Corner Theatre de Boston.

En la Florida, luego de su célebre concierto en el Gusman Center de Miami el pasado año,  Varela regresa ahora con tres fechas: dos en el Grand Central de Miami (23 y 25 de Junio) y una (Junio 24) en el elegante Miramar Cultural Center de la vecina ciudad.

Con temas de su última producción discográfica (”No Es El Fin”) y varios de sus temas antológicos, como: “Foto de Familia“, “Una Palabra“, “Habáname” o “Como Los Peces“, los próximos conciertos de Varela en los EE.UU prometen ser la reafirmación de este gran ídolo para sus fans y una revelación para aquellos que recién descubren a un artista que ciertamente sabe cómo envolver una letra, no menos poética que desgarradora, en la más sutil o contagiosa de las melodías.

Más información sobre los conciertos de la gira de Carlos Varela y su banda por los EEUU se puede encontrar en el sitio del artista en internet: www.carlosvarela.com

Digna Guerra: “La música no viene de la boca, sino del alma”

Digna Guerra: “La música no viene de la boca, sino del alma”

Amaury. Muy buenas noches estamos en Con 2 que se quieran. Ahora aquí en 5ª Avenida y calle 32, en el barrio de Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala.

Hoy nos acompaña, me da muchísima alegría que ella esté aquí porque siempre la he admirado, siempre la he venerado, de hecho me parece una mujer, además, hermosísima y eso siempre incita a buenas preguntas. Está con nosotros, la gran pianista, la gran cantante y la extraordinaria directora de coros, directora del Coro Nacional de Cuba, y de Entre voces -eso lo hablaremos en el camino- mi amiga, tengo que decirlo así, la profesora, la maestra, Digna Guerra.

Digna. Mi amor.

Amaury. ¡Mi vida, qué linda has venido!

Digna. ¡Qué honor, qué honor!

Amaury Has venido tan bonita. Estás tan bonita vestida, yo espero que la televisión pueda ser capaz de retratar la belleza de Digna, su elegancia, además, que ha venido divinamente.

Yo quiero empezar, porque tú eres una persona de respuestas agudas, de una inteligencia importante, señera; preguntándote: ¿qué es un coro?, o sea, ¿es un grupo armonioso, una compañía armoniosa, de voces angelicales o un grupo de solistas frustrados?

Digna. Pues chico, es lo primero, es lo primero. Yo creo que es un grupo de ángeles que la vida los ha reunido en una ocasión de su etapa para cantar juntos, porque en realidad, lo que se busca cuando uno canta en conjunto es tratar de elevar el espíritu, tratar de angelicar un poco el resultado de lo que sale del alma. Porque yo digo que la música, la voz, el canto no viene de la boca, viene del alma. Y para eso hay que hacer un trabajo también muy específico con ese grupo de personas. Inclusive pienso que la segunda parte de la pregunta…, o sea, es posible que haya un grupo de personas que se reúna porque se sienten frustrados por ene razón en la vida, o quizás, no sé…

Amaury. …O no se atrevieron… me da miedo ser solista y entonces me meto en un coro y ahí me escondo.

Digna.  Exactamente. Pero aún así, yo creo que la labor del director es tan importante…, de llevar al rango angelical a cualquiera de los dos grupos.

Amaury. Hay muchísima gente, muchísimos cantantes solistas, pienso ahora mismo en Miriam Ramos, por ejemplo, una cantante extraodinaria, que tuvo una formación en el Coro.

Digna. Estuvo en el Coro Nacional. Fue miembro del Coro Nacional.

Amaury. Ella lo ha dicho, miembro del Coro Nacional. Pero por ejemplo, está el caso tuyo, que tú tienes una voz tremenda, entonces mi pregunta es: ¿Por qué tú no fuiste solista?

Digna. Pues fíjate, yo creo que fue coyuntural. Yo empecé en la música en el piano, ¿verdad?, y de pronto se abrió la Escuela Coral de La Habana, en el Conservatorio Municipal de La Habana. Me presenté, me hicieron la prueba, entré al Conservatorio y me puse a estudiar Dirección Coral. Siempre, toda la vida me ha gustado cantar, pero sin embargo, me fue halando y me fue ganando la situación de la dirección coral, y me quedé ahí. Entonces, qué hecho muchas veces, en algunos solos en el coro, los mismos cantantes me decían: Cántelo usted, maestra. Cántelo usted y me metía y cantaba, así, ran, ran. Pero me gusta mucho cantar, me gusta mucho cantar.

Amaury. Y además, lo haces muy bien. No es solo que te guste mucho cantar. Hay mucha gente que le gusta cantar, a mí me encanta cantar, pero no lo hago bien.

Digna. ¡Ay!, pero yo te admiro muchísimo, tengo que hacer ese paréntesis ahí, porque de verdad que donde pones el ojo pones la bala, y eso es importantísimo.

Amaury. Bueno, gracias. A ver, Digna, ¿dónde tú naciste?

Digna. Yo nací en La Habana, aquí en La Habana, en Centro Habana, un barrio bien humilde, cerquita del Ameijeiras, donde estaba antes la Beneficencia. Soy hija de padres también muy humildes, un albañil y una ama de casa. Y de verdad que lucharon muchísimo los dos para encaminarnos. Nosotros éramos tres hermanos, ya mi hermano mayor falleció. Y luchó mucho mi mamá que era la que estaba también al pie del cañón conmigo. Me metía aquí, allá, porque vieron las condiciones que tenía también desde bien pequeñita, desde los cuatro años.

Amaury. ¿Cómo tú te das cuenta que la música te llama más la atención que los juguetes, que los juegos?

Digna. Increíble, increíble. Estaba en el Kinder, en una escuela pública que está…

Amaury. ¿En el Kinder, que tenía tres años?

Digna. Si, sí, sí. En el Kinder había un piano y entonces la maestra decía: “Pero Digna, vaya a jugar con los niños a la hora del recreo”, y yo no quería jugar, yo lo que quería era tocar el piano del Kinder mientras los niños estaban en su juego. La maestra se dio cuenta de que yo tocaba la melodía de los cantos que nos enseñaban en el Kinder, y que le ponía la armonía debajo. Entonces, bueno, se sorprendió y mandó a buscar a mi mamá. Señora, ¿usted no se ha dado cuenta que la niña toca el piano?, pero no es con el dedo, no es que hace la melodía con el dedo como se hace usualmente, sino que toca, pero pone debajo lo que va.

Amaury. Tú tocabas aquellas canciones, las marchas de las letras, todas aquellas canciones.

Digna. Todas las cancioncitas del Kinder. Entonces, bueno, me trajeron los Reyes Magos un pianito de juguete. Te puedes imaginar que mi papá nunca me podía haber comprado un piano. Pero te voy a hacer la historia del piano. Llegué a tener un piano de verdad. Resulta que en aquella época había un programa en la televisión que se llamaba Tertulia, que lo animaba, lo dirigía Diego Tendedera, pero Diego Tendedera estaba postulado para Concejal, entonces, en toda esa etapa, mi mamá me pone en una escuela vocacional de música, que había al doblar de la casa. Y estando un día en la esquina de la escuelita, en un cafetería, yo estaba conversando con otras muchachitas que estaban allí en la escuela. Y les decía: pero imagínate, yo no voy a poder seguir estudiando porque yo no tengo piano para estudiar. Y había un señor allí sentado que me dice de pronto: mira, hay un señor aquí, y me hace toda la historia, que se llama Diego Tendedera, etc., etc. y ¿por qué tú no le escribes?, porque es una persona muy humana, ha ayudado a mucha gente, qué sé yo, y me da una hoja de papel y yo le escribo: Señor Tendedera, yo soy una niña así, asao, le mando mi cartica. No tengo piano, no tengo como estudiar y el piano es mi ilusión, no sé qué, y bueno, pasa aquello, le di la carta al señor. Pasan los días y los días. Yo vivía en un solar, ese programa empezaba a las diez de la noche. Y da la casualidad que la vecina, de pronto se oye un escándalo y viene y toca en la puerta y dice: ¡Raquel! -Raquel se llamaba mi mamá- ¡Raquel, despiértate que tú hija se ganó un piano!

Amaury. ¿Por la televisión?

Digna. En la televisión.

Amaury. ¡El señor Tendedera te regaló un piano en televisión!

Digna. Sí, y entonces, bueno, finalmente fueron y compraron un piano. Entonces el acontecimiento fue la llegada del piano al solar, todo un acontecimiento histórico.

Amaury. ¿Y a qué hora tú estudiabas entonces el piano? Porque los vecinos, en un solar… Mi papá vivió en el solar de Aguiar, o sea, que yo conozco bien la vida de los solares.

Digna. Yo estudiaba enseguida que llegaba de la escuela. Me quitaba toda la ropa y era, piano, piano, piano, piano, piano, pero así, era el día entero, el día entero. Entonces a mi papá yo le decía; ay, papá, oí una canción que se llama, Ahí viene el chivo, de Lecuona. Ahí iba mi papá a una casa de música que estaba en San Rafael, al lado del Ten Cent de Galiano, no recuerdo cómo se llamaba la casa de música donde vendían partituras, vendían instrumentos, etc. Y allá iba, me compraba mi partitura, me la traía, porque además, leía muchísimo también. No sé cuál fue mi misterio, pero yo leía, me comía las partituras a primera vista, de una manera muy rápida.

Amaury. ¿Cuál es el misterio de la lectura a primera vista? Para explicarles a los televidentes que los músicos que tienen la habilidad de leer la música, leer las notas musicales, como cualquier persona, buen lector, puede leer el periódico.

Digna. El periódico, sí, es práctica, supuestamente tú debes saber solfear.

Amaury. Sí.

Digna. Pero todo está en la práctica que tú realices diariamente. A mí, no solamente que yo fui alumna de Aida Texeiro, una fabulosa maestra de solfeo.

Amaury. ¡Una maestra legendaria!.

Digna. Maestra legendaria. Y el sistema que había en el Conservatorio de La Habana que era de cuatro años de solfeo. Y en cuatro años toda mi generación aprendió a solfear y son tremendos solfistas esa generación, ¿entiendes?, sencillamente, esa fue una etapa muy buena, y toda mi generación aprendió a solfear muy bien.

Amaury. Sí, pero es como una memoria fotográfica, porque, por ejemplo…

Digna. También.

Amaury. …yo aprendí a solfear; tú me das un papel y yo tengo que mirar la clave y empezar despacito. Y hay gente, sin embargo, los músicos que graban habitualmente conmigo, Rolando Luna, Rodney Barreto, a toda esa gente que le ponen el papel delante…

Digna. …¡Y lo tocan!.

Amaury. ¡Y ya están tocando!.

Digna. Es una práctica, es una práctica visual. Yo toqué cuatro años en la Orquesta Sinfónica de La Habana, o sea, la práctica de atril te da una vista muy rápida, te da una vista tremenda, y esto me sirvió muchísimo. Ya yo solfeaba muchísimo cuando llegué a la Sinfónica y, sin embargo, esos cuatro años allí, delante de ese atril, mirando, mirando, resolviendo, me sirvió y me impulsó muchísimo más. Me dio mucha más práctica y más vista. Por eso se llama, lectura a primera vista.

Amaury. A primera vista. O sea, que tú ves el papel y ya, zas, te lo comiste y lo resolviste, ¿no?

Tú sabes que cuando tú me hablabas… Yo siempre te he considerado una mujer muy alegre, es la Digna que yo conozco, si hay otra oculta, no me tocó. A mí me tocó siempre una mujer positiva y alegre. ¿Tú crees que hay una relación entre la felicidad, la alegría  y la precariedad?

Digna. Yo creo que hay una relación. Yo creo que sí tienen relación porque nosotros éramos gente muy pobre y no solamente nosotros, toda la gente que vivía allí en el solar. Y sin embargo, era gente que vivía con alegría. Quizás nuestros padres con el peso de la vida, eran los que tenían más preocupaciones y demás, pero así y todo, no son las preocupaciones de hoy, ni de ayer, inclusive. Son las preocupaciones de antes de antier. Que la gente vivía muy conforme con lo que tenía, o sea, no estaba esa visión del consumismo, del no sé que…

Amaury. Ambición por acumular cosas, ¿no?

Digna. Por acumular cosas, que además, no se las van a llevar, te vas desnudo, como vienes al mundo. Realmente yo creo que ni el dinero es la felicidad, ni los lujos son la felicidad, nada de eso. Yo particularmente pienso así, quizás, porque vengo de ese mundo, de esa extracción.

Amaury. A mí me decía un día, no sé qué artefacto electrónico me había comprado, y me dice Eusebio Leal, que estaba en la casa: uno va acumulando cosas y objetos, y lentamente los objetos lo van abandonando a uno.

Digna. Así es.

Amaury. A ver, Digna, tú no me has dicho ningún momento todavía, aunque yo puedo adivinarlo, pero yo quiero que tú me lo digas,  ¿has sido feliz?

Digna. Yo creo que sí, yo creo que sí. Yo le doy gracias a la vida, de verdad, porque todavía estoy aquí. Cada etapa tiene sus encantos, sus sueños, sus sueños realizados, algunos no realizados, pero siempre hay una puerta, siempre ha habido una puerta, una puerta que se abrió y a pesar de los encontronazos, que siempre son enseñanzas; a pesar de los momentos difíciles, porque he tenido muchos momentos difíciles, a pesar de eso, he tratado, como yo le digo a la gente, que el mes de mayo viva en mi corazón, ¿no?, o sea, trato de que nadie me empañe poniéndome octubre, noviembre, o febrero en mi alma. Yo creo que mayo, el mes de las flores, va a estar conmigo acompañándome siempre.

Amaury. ¡Qué lindo, qué preciso eso que me has dicho!

Bueno, tú sabes que el otro día me encuentro a una compañera, no voy a situar el hecho, pero estábamos en un cumpleaños, y se me acerca una persona de nuestras empresas artísticas y me dice: Amaury, muy gentilmente, porque ella fue muy bondadosa. Me dice: yo quisiera que usted invitara -ya tú estabas invitada al programa- pero me dice; yo quisiera que usted invitara a la maestra. Entonces yo le digo: ya está invitada, pero ¿por qué especialmente? Y me dice lo siguiente: ella va a cumplir -era el momento en que estaba cumpliendo el Coro Nacional 50 años- y ella ha estado al frente del Coro por 35 años. Entonces yo digo: Bueno, ¿y esos son los motivos por los que yo debía invitar a la maestra?, es decir, por los aniversarios cerrados.

¿Qué tú piensas de ese asunto que hemos abrazado eso de una manera paranoica? Los aniversarios cerrados. Porque a mí me da, yo festejaría con la misma alegría tus 65 que tus 66, que tus 67, aunque no sean aniversarios cerrados. ¿Qué tú piensas de los aniversarios cerrados?

Digna. Yo creo que es un problema económico, ¿tú sabes?, que los aniversarios cerrados están ligados a la situación económica general.

Amaury. Sí, ¿verdad?, por la cosa del quinquenio, ¿no?

Digna. Yo creo que sí, yo creo que sí, porque tanto valor tienen los 65, como los 63 o los 67.

Amaury. ¿Cuándo es que tú llegas a Alemania?

Digna. ¿Cuándo llego? llego en el año 72.

Amaury. ¿A qué ciudad de Alemania?

Digna. A Berlín, yo estuve en Berlín. Estudié en Berlín. Fue una experiencia muy importante. Yo llegué allí y me convalidaron casi todas las asignaturas. Pero dentro de la dirección, dentro del currículum de asignaturas, está el piano complementario, entonces cuando me toca hacer la prueba de piano complementario, me dicen: pero usted no puede hacer piano complementario.

Amaury. Piano complementario, para explicarle a los televidentes, qué cosa es exactamente.

Digna. Es un complemento, aquí también se da piano complementario. El piano complementario, es que el que estudia flauta, tiene que estudiar piano complementario, el de violín tiene que hacerlo también.

Amaury. Sí, porque se da el caso, por ejemplo, de Gonzalo Ruvalcaba que estudió percusión, y el piano complementario se convirtió en EL PIANO.

Digna. Bueno, pues a mí me pasó eso en Alemania.

Amaury. ¡Ah!, ya, ahí está.

Digna. O sea, el tribunal aquel me decía: no, pero es que usted toca demasiado, usted no puede hacer piano complementario porque es una cosa añadida. No, usted tiene que hacer piano básico. Y entonces digo: ah, perfecto, si yo vine aquí a estudiar, e hice dos diplomas estatales, me gradué de las dos especialidades en nivel superior allí en el Conservatorio de Berlín, de Dirección Coral y de Piano. De los dos. Estudié como una fiera, mañana tarde y noche, tenía permiso de la policía hasta las diez de la noche para estudiar en mi casa, para no molestar a los vecinos, pero desde que me levantaba era teclas.

Amaury. Pero fíjate que es la segunda renuncia. Primero, renunciaste a ser solista.

Digna. Sí.

Amaury. Y después renunciaste a ser pianista concertista.

Digna. Exactamente, exactamente, y me quedé con el Coro, el Coro me ha dado, me ha aportado mucho del conocimiento humano. Trabajar con un conglomerado de personas te enseña mucho y aprendes, aprendes a ver un poquito más allá.

Amaury. Sí, porque hay que ser psicólogo también para trabajar con grupos de personas.

Digna. Tienes que tener psicología de masas para poder guiar a toda una serie de gente y tratar de unificarles el pensamiento, que eso no es fácil, no es fácil.

Amaury. Ahora, tú regresas de Alemania y a dónde tú vuelves cuando llegas aquí. Cuando llegas, ya me gradué, tengo dos diplomas maravillosos: ¿Qué hago con esto, para dónde voy?

Digna. Bueno, en esa etapa inicial me pusieron de asesora en las Escuelas de Arte, para revisar los programas docentes e inmediatamente se empieza a gestar el Instituto Superior de Arte, y se hace un Consejo Científico Metodológico y me llaman para que yo integre el Consejo Científico Metodológico, que era el que iba a preparar los planes y programas de estudio para fundar el Instituto.

Y el Instituto se funda en 1976, o sea, que todo el año 75 yo estuve trabajando en planes y programas para la creación del Instituto, la fundación del Instituto Superior de Arte.

Amaury. Y en qué momento, porque tu esposo, del que hablaremos después, Benjamín, el doctor Benjamín, tan querido y una persona tan buena. Cuando estábamos haciendo la investigación para tu programa, yo no quería venir a improvisar, a tirar piedras, me dice: pregúntale, que ella fue percusionista en la Orquesta Sinfónica. ¿En qué época fue eso?

Digna. Bueno, cuando era estudiante del Conservatorio de La Habana.

Amaury. Yo dije: ¿cómo percusionista?, pero ¿qué tocabas, tímpani?

Digna. Sí, de todo, menos el tímpani, todo lo demás.

Amaury. No te imagino tan delgadita.

Digna. Pues sí.

Amaury. Tocando el gong.

Amaury. ¿Alguna vez lo pudiste hacer?

Digna. Sí, sí, pasé por todos los instrumentos de percusión en la Orquesta.

Amaury. ¿Tú sabes que uno de los sueños de mi vida, como esto es una conversación, sirve también para confesarse uno, fue algún día terminar una obra sinfónica grande y hacer así: shssss. (Amaury hace gesto como de cerrar los platillos de orquesta sinónica)

Digna. Tocar los platillos.

Amaury. Tocar los platillos esos inmensos, y hacer, shsss. Saber que yo termino algo.

Digna. Pero lo peor de los platillos, no es darles, sino cuando los tienes que apagar que te los tienes que pegar al cuerpo.

Amaury. Ya ese es un sueño muy poco cumplible. Ahora, yo quiero que tú me hables de tus amores. Porque tú tienes que haber sido una mujer muy enamorada porque eres muy bonita y debes haber tenido muchos enamorados, muchos pretendientes. ¿Tuviste muchos pretendientes?

Digna. Sí.

Amaury. No te da ninguna pena decir sí.

Digna. No, para nada, para nada. Soy una mujer, y sí, gente, muy…, que se enamoraron de mi, sí, que me han amado a lo largo de mi existencia, hasta que apareció mi esposo.

Amaury. Hablemos entonces de él, ¿cuándo aparece Benjamín?

Digna. Benjamín aparece en Nicaragua, en una gira que hizo el Coro Nacional, que estuvimos por allá cantando en plena guerra. Además, eso fue muy importante. En plena guerra fuimos a Nicaragua. Inclusive hay una anécdota simpática y dramática a la vez. Estábamos cantando en un teatro y de pronto se apaga la luz y dijeron: ¡al suelo! Todo el coro en el piso y seguimos cantando desde el piso, a oscuras.

Amaury. ¡No lo puedo creer!

Digna. ¡A oscuras! Bueno, eso fue en Managua, pero uno de los lugares que fuimos a visitar en aquella ocasión fue Matagalpa, que era donde estaba la misión médica y fue muy emocionante, muy emocionante, porque la misión médica era inmensa también. Había cientos de médicos cubanos allí. Y después del concierto nos reunimos allí con la misión, con muchos de los médicos que se nos acercaron con el jefe de la misión médica, y nos invitaron a la casa de los médicos. Y fue ahí entonces que conozco a Benjamín en el trayecto, en el ómnibus; la miradita, el guiño, etc.

Amaury. ¿Tú estabas sola, en ese momento?, no estabas con nadie.

Digna. Estaba sola y me llamó mucho la atención su timbre, el color de la voz y qué sé yo. Y bueno, ya pasó eso, nos vimos, ran, ran, regresé. Y yo recuerdo que cada vez que llegaba del trabajo mi mamá me entregaba todos los días cuatro y cinco cartas.

Amaury. ¡Qué bárbaro!

Digna. Sí, sí, yo no sé cómo hacía.

Amaury. ¡Qué romance!

Digna. Precioso. Y me decía, no hagas nada, espérame, déjame competir.

Amaury. ¿Verdad? ¡Que bárbaro!, no me imagino al doctor Benjamín en eso.

Digna. Ah, sí, imagínatelo, y lo pongo aquí en pública subasta. Y bueno, así empezamos ya, ran, ran y ya vino y al año ya nos casamos.

Amaury. ¿Y él, de alguna manera trabaja contigo, de alguna forma te ayuda?

Digna. Sí, sí, sí, bueno, pues 30 de los 35 años del Coro Nacional, él ha estado ahí pie a pie conmigo. En sus labores como médico y también ayudándome y representándome, y prácticamente siendo el apoyo que he tenido en todos estos años.

Amaury. ¿Tú crees que es útil?, porque a veces funciona y a veces no. ¿Que es útil que la pareja de uno trabaje con uno?

Digna. Depende.

Amaury. Depende, ¿verdad?

Digna. Yo creo que no siempre, pero yo creo que sí, en mi caso sí, puede servirte mucho ese apoyo tan necesario en tus labores de trabajo.

Amaury. Porque hay veces que yo veo que chocan los intereses matrimoniales con los intereses laborales.

Digna. Sí, sí.

Amaury. De alguna manera, a veces es demasiado la juntadera.

Digna. Demasiado junta, junta.

Amaury. A ver. Cuando yo te conocí, puedo decir que la primera vez que yo te vi, puede haber sido en el año 74, creo que fue en los estudios del ICAIC. Nos presentó Frank Fernández, y yo siempre he visto que hay una amistad muy bonita entre Frank, Guido López Gavilán, el maestro, y, bueno, y nuestra querida Teresita…

Digna. …Teresita Junco…

Amaury. …Nunca olvidada, una sonrisa que iluminaba donde quiera que llegaba Teresita. La gran profesora, a la que muchísimos pianistas, le deben…

Digna. …Muchísimo…

Amaury. …Muchísimo, muchísimo más de lo que se lo reconocen.

Digna. Así es.

Amaury. Le deben su carrera. ¿Cómo es la amistad de ustedes cuando se conocen? Porque ese grupo a mí siempre me ha agradado. Es un cuarteto fantástico.

Digna. ¡Qué lindo!, ¿eh?. Bueno, éramos y seguimos siendo cuatro hermanos. Nos conocimos en el Conservatorio, precisamente, de pequeños. La mamá de Teresita estaba allí sentada en el banco con mi mamá, esperando que saliéramos de las clases y todo eso, ¿no?.

Amaury. ¡Qué bárbaro!

Digna. Después se incorporó Frank, que vino desde Mayarí a estudiar y demás. Y así empezó la amistad. Tú sabes, la gente se va agrupando por afinidades y a los cuatro nos matricularon en la escuela coral. O sea, Frank, estudió dirección coral. Guido, dirección coral. Teresita, y bueno, yo también.

Los cuatro cantábamos juntos y éramos cuatro bohemios que salíamos del Conservatorio a las 11 de la noche y nos íbamos al muro del Malecón a sentarnos en el Malecón a cantar, ¡ay! fue una época divina, divina. Nosotros, por ejemplo, salíamos cantando algo, algún arreglo nuevo del Conservatorio, nos íbamos a la parada de la guagua, que estaba ahí mismo pegada, estábamos cantando a cuatro voces, no habíamos terminado de cantar y venía la guagua, nos subíamos cantando, porque como no se había acabado la canción, y ahí, de pie, en la guagua, seguíamos cantando y de pronto empezamos a notar que en la guagua hacían silencio, silencio.

Amaury. Sí, había subido un cuarteto, música, música en el autobús.

Digna. Allí mismo. Terminábamos de cantar y toda la guagua aplaudía. No, pero qué lindo, qué lindo.

Amaury. ¡Qué bonita época!

Digna. Y nos metíamos en todos los night clubs. Estábamos siempre donde estaba Portillo. Otros días íbamos al Pico Blanco, a escuchar cantar a no sé quién, así. Estábamos en esa bobería, pero fue muy lindo, muy lindo. Fue una etapa preciosa, y así, bueno…

Amaury. Eso que tú le llamas bobería, ha dado…, dio cuatro puntales de nuestra música.

¿Por qué los coros, Digna, no se pasan por la radio?, incluso, cuando por ejemplo, en tu caso, y en el del Coro Entre Voces, que también diriges cantan música popular. ¿Por qué tú crees que no, que la gente dice: eso es Coro, eso no funciona en la radio?

Digna. Mira, yo no puedo decir que hay desconocimiento, porque a estas alturas no podemos hablar de desconocimiento de los comunicadores, de los que tienen un medio tan potente en sus manos como es la radio, como es la televisión.

Yo creo, yo pienso que son intereses, o gustos personales, porque lamentablemente, a veces, eso se mueve de esa manera, que nadie me puede decir a estas alturas, en el Siglo XXI, que los coros son estáticos, que si es música de iglesias, porque esos criterios que existían antes, ya eso no existe. O sea, los coros se mueven, los coros cantan música popular. Yo misma, yo canto un montón de cosas populares, Pastorita tiene guararey, de Formell, Dale como es, de Adalberto Álvarez, lo que sea ¿entiendes?

Amaury. Y con arreglos muy potables al oído, como se dice, ¿no?.

Digna. Exactamente, y muy novedosos. O sea, yo creo que hay que equilibrar entre lo que se pone, el reguetón, el no sé qué y también los coros tienen que tener un espacio.

Amaury. Sí, aire para todo el mundo, ¿no?

Digna. Exactamente, porque todo el mundo… hay oídos para todo el mundo. La diversidad nuestra y todos los gustos que tiene la gente. A todo el mundo no le gusta el reguetón, a todo el mundo no le gusta la música antigua, a todo el mundo no le gusta esto o aquello. Bueno, vamos a hacer un abanico donde todo el mundo pueda escoger libremente qué quiere escuchar, pero yo creo que los medios tienen el deber de ofrecer ese abanico de posibilidades.

Amaury. Bueno, esperemos que esto sirva, por lo menos, en el caso de los coros, para que las cosas funcionen de otra manera.

Tú sabes que estamos usando con mucha frecuencia la frase: nuestro movimiento deportivo goza de buena salud, ¿nuestra música sinfónica goza de buena salud?, es como si nadie estuviera enfermo. Todo goza de buena salud, es una frase que se ha hecho tan corriente que se convierte en cursi, ¿no?.

Digna. Claro.

Amaury. ¿Tú crees que el movimiento coral cubano está en un momento de plenitud?

Digna. Yo creo que sí, porque se ha hecho mucho. El Instituto de la Música específicamente, ha creado grupos para el desarrollo de estas líneas de trabajo, hay un programa que se llama Para el Desarrollo de la Música Coral. Y de verdad que eso ha dado resultados. Muchos resultados, porque se ha creado un equipo de trabajo, de directores de coro, que visitan trimestralmente a todos los coros del país donde se le orienta cómo hacer, se les llevan materiales, se les llevan partituras, discografía. Además de todos los encuentros que existen, bueno, los Festivales, el de Santiago…

Amaury. …Los Festivales de Coro.

Digna. El de La Habana, o sea, que hay posibilidades como de encontrarse, de confrontarse, y creo que eso, de verdad, ha dado muchísimos resultados. Y cada vez que tú visitas un coro, tú dices: ¡Bueno!, pero este no es el coro de hace tres, cuatro, ni cinco años atrás. De verdad que la calidad se nota inmediatamente, ha aumentado considerablemente.

Amaury. Y la masividad también.

Digna. Y la masividad.

Amaury. Porque hay muchísimos coros.

Digna. Y la masividad también. De verdad que…

Amaury. Se le ha perdido el miedo a formar parte de un coro.

Digna. Sí, sí.

Amaury. Porque la gente…

Digna. …La gente del coro no es el reducto de anda.

Amaury. Claro.

Digna. Es una especialidad, es una especialidad de primer nivel, antes, por ejemplo, la gente decía: bueno, los estudiantes que fracasan en la trompeta o en el piano se meten en el coro. Eso fue al principio, pero ahora no. Ahora la gente va directamente a estudiar coro, porque es lo que les interesa, es una carrera importante; como el piano, como el violín, como todo lo que está en el campo de la música.

Amaury. Ya, ahora hablemos de tu fascinación por los perros. Porque tienes muchos perros

Digna. Ay, somos perreros en mi casa. Yo tengo 7 perros recogidos en la calle. Bueno, tengo uno extranjero.

Amaury. ¿Tienes uno extranjero?

Digna. Tengo seis cubanos y un…

Amaury. …Ese es un diploperro. (risas)

Digna. Tengo, como yo le digo, el mexicano, que se llama Nano, es un perro adorable que me encontré en México. Yo estuve trabajando allí en Bellas Artes y una mañana veo un perrito así, todo raquítico, con un frío de espanto, yo, bueno, lo llamaba, entonces él estaba medio huidizo, qué sé yo. Le huía a todo lo que le pasaba por el lado. Bueno, pasó y al día siguiente yo, a ver chiquitico, y el perrito me fue cogiendo confianza y se me fue acercando. Y yo dije, ay, este perro, pobrecito. Bueno, al final lo recogí, me lo llevé a un veterinario, le puse las vacunas, lo bañaron, lo pelaron, y en el primer chance que tuve de venir de vacaciones, lo monté en una jaulita y lo traje. Y Aquí está.

Amaury. Y ahí está con sus hermanos cubanos.

Digna. Con sus seis hermanos cubanos. Cada uno tiene su historia. Pero te digo, que somos una gran familia, nosotros somos tres y los siete perros.

Amaury.  Yo tengo muchísimos temas más para ti, pero hay un tema que yo creo que es importante, y perdóname que lo trate, pero yo creo que es un tema importante. Tu hija, tu única hija es una muchacha con capacidades especiales, prefiero llamarle de esa manera. Con una historia muy particular. Yo quisiera que tú, en la medida de tus posibilidades la cuentes. Sobre todo porque como ocurrió también en un programa pasado, con Aurora Basnuevo, hay tantas madres necesitadas de escuchar los consejos. Tú has sido una gran madre y ella es una gran hija, yo lo sé, y quisiera que tú hablaras en lo que tu discreción te lo permita, pero sabiendo que estás enviando un mensaje también a tantas madres a lo largo del país y en muchas partes del mundo. Porque este es un programa que se ve en directo en muchas partes del mundo y hay madres que están pasando o que han pasado por situaciones como la tuya.

Digna. Mira, mi hija, bueno, que es mi bendición, siempre fue una niña viva, una niña de un temperamento súper vivo de corre, salta, no sé qué, afinadísima. Yo tengo una grabación de cuando tenía año y pico, dos años y cantaba las canciones que yo le enseñaba, pero con una afinación perfecta, perfecta, musicalísima, era así, un revolico en la casa. Y bueno, la matriculo ya cuando tiene sus 7 años, en Caturla, hizo sus pruebas para estudiar violín y empezó a estudiar violín. Inmediatamente esa niña empezó a tocar, a tocar el violín con una afinación exacta. Pero un día llega de la escuela y viene, porque vacunaron a todos los niños en la escuela. Pero que empiezan a pasar los días, qué sé yo; pasaron dos o tres meses, pero vemos que ella empezó a dejar de correr. Empezó como a relentizarse, a hacerse lenta toda su situación motora. En el habla, le costaba trabajo articular. Entonces ya nos empezamos a alarmar, e inmediatamente salimos a ver qué pasaba. Pero no sabía nadie qué cosa era. Y empecé a caminar La Habana, a andar La Habana, de todas las maneras y de todos los colores, porque yo tenía que saber qué pasaba con mi hija. Y tenía como una desmielinización, se llama.

Amaury.  Sí, claro, falta de mielina, ¿no?.

Digna. Sí, entonces bueno, resulta que la vacuna que le pusieron en la escuela, su organismo, hizo un rechazo inmunológico y le produce una ataxia cerebolosa en pleno crecimiento y desarrollo del cerebelo y se le atrofiaron algunas partes del cerebelo. Entonces, lo que le ha quedado es una secuela de ese episodio con un trastorno del equilibrio. Pero yo enseguida tomé cartas, fui a la escuela, la llevaba todos los días, hablé con los maestros, con los directores, con todo el mundo y así terminó, y terminó con tremendas notas su preuniversitario, de verdad, y fue un acto público que hicieron allí. Bueno, y eso, bueno yo.

Amaury.  Y es una niña hermosa, además.

Digna. Es bellísima.

Amaury. Es bellísima.

Digna. Es mi vida.

Amaury. ¡Qué bonito, qué bonito! Bueno, ya me empiezo a emocionar. Porque el problema es…, eso es lo malo de no ser un entrevistador profesional, yo me emociono, es la parte mala que tiene esto.

No voy a hablar porque no me va a dar tiempo para ponerlo, de tu terror a las cucarachas. Pero sí quiero hablar de tus gustos porque cuando Benjamín me manda esto, esto yo no lo investigué, esto me lo mandó Benjamín. Yo digo, son gustos muy similares a los míos, me dice; le encanta Frank Sinatra, le encanta Érase una vez en América, la película.

Digna. De toda la vida.

Amaury. Y Los Padrinos. Entonces yo digo: espérate, pero somos almas gemelas. Háblame de eso. ¿Qué te provoca ver una película de gángsters? Siendo tú, además, una mujer tan dulce. ¿Te gustan las películas de gángsters?

Digna. Si me gustan, no sé, no sé.  Yo me…, hay un misterio ahí que no lo he podido descifrar. Igual que me gusta mucho el tema del nazismo.

Amaury. ¿Sí?

Digna. ¡Ahhh!

Amaury. Estamos en lo mismo, saber qué pasa, cómo fue. Las películas de esa época…

Digna. Exactamente ¿cómo fue?, y yo no sé, hay algo, yo encuentro algo ahí que…

Amaury. Tenemos que intercambiar películas y libros, tenemos que intercambiar. Yo quisiera terminar con el incidente tan hermoso de Michael Legrand, cuando tú…

Digna. ¡Ay, qué lindo!

Amaury. Porque él dijo unas palabras sobre ti, que yo soy incapaz de repetir, las dijo él, uno de los grandes, grandes. ¿Cómo fue?

Digna. Mira, bueno, en el Festival de Cine, uno de los Festivales, de las ediciones del Festival de Cine Latinoamericano, se iba a hacer el Concierto Oratorio sobre los textos de los derechos del hombre, ¿no?. Y la música toda era de Michael Legrand, era para un gran coro, solistas y dos pianos. Uno de los pianos era él y otro pianista fabuloso que trajo también. Pero la obra es un dulce, un dulce, así, de un disfrute total. Y bueno, a mí me dieron la tarea, reuní 150 voces para el coro.

Amaury. Zenaida hacía la dirección.

Digna. Zenaida la dirección…

Amaury. …La dirección orquestal.

Digna. Y estuve trabajando como una hormiga, mañana, tarde y noche, porque era en francés, además. Y de verdad que fue extraordinario. Cuando él llegó y escuchó, de verdad, lo que había hecho con el coro, se quedó así, pero pasmado y dijo. Esta mujer es un gigante, frente el coro, ¿no?.

Y lamenté mucho que no pude disfrutar casi, después lo que pasó, el incidente que pasa después de eso, empaña toda la belleza y la magnificencia de la obra.

Cuando ya termina todo, que se estrenó en el Carlos Marx, yo pregunto si había algo, algún brindis, porque bueno, me extrañaba que no hubiera algo, ¿no?, después de un éxito de esa envergadura.

Amaury. Normalmente, hay.

Digna. Normalmente hay, y me dicen: no, no, no hay nada, no hay nada. Dije: ah, bueno, me voy para mi casa. Y eran como las dos de la mañana y tocan a la puerta de mi casa, abre mi esposo la puerta, es un militar que le dice: ¿Aquí vive Digna Guerra?, sí, sí, no sé cuánto, me levantó y fui a la puerta. Mire, yo vengo de parte del Comandante.

Amaury. ¿Del Comandante en Jefe?

Digna. Del Comandante en Jefe, de parte de Fidel, porque le extrañó que usted no estuviera en el brindis que hay ahora en el Consejo de Estado. Ah, me quedé así. Entonces aquello fue tremendo porque dicen que llegó allí y dijo: ¿Y dónde está Digna Guerra? Lo primero que preguntó fue: ¿Dónde está Digna Guerra? ¿La discriminaron? No se me va a olvidar nunca esa frase.

Bueno, me vestí. Fui para allá, y lamentablemente los que tenían que haberme informado, que si sabían lo que iba a haber no me informaron, pero bueno, yo, no sé, ya yo cumplí mi parte, no se trataba de estar allí ni nada, pero que también me merecía estar, pero bueno, hubo quienes entendieron que no y  no fui.

Y sin embargo, me mandó a buscar Fidel, que le agradezco mucho ese gesto.

Amaury. Yo creo que es una manera hermosísima de terminar un programa, un programa que empezó en un solar en Centro Habana, que pasó por Berlín, que pasó por Bellas Artes, en México, y que terminó con las palabras que conforman un nombre, que para ti, y para mí es sagrado terminar un programa es una manera también de decir, ¡qué bueno, Fidel!

Digna. ¡Gracias, Fidel!

Amaury. Y gracias a ti. Te quiero mucho, mucho, mi amor. Muchas gracias.

Digna Guerra en

Digna Guerra en "Con 2 que se quieran" Foto: Petí

Digna Guerra en

Digna Guerra en "Con 2 que se quieran" Foto: Petí

Digna Guerra en

Digna Guerra y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran" Foto: Petí

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Digna Guerra y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran" Foto: Petí

Digna Guerra en

Digna Guerra y Amaury en "Con 2 que se quieran" Foto: Petí

Digna Guerra en

Digna, su hija y su esposo Benjamín con Amaury en "Con 2 que se quieran" Foto: Petí

Descargue en Cubadebate los Lineamientos de la Política Económica y Social del VI Congreso del PCC (+ PDF)

Descargue en Cubadebate los Lineamientos de la Política Económica y Social del VI Congreso del PCC (+ PDF) Información sobre el resultado del Debate de los Lineamientos: Tabloide PDF (754 KB)
Resolución de los Lineamientos: Folleto PDF (506 KB)
Usted puede descargar en Cubadebate el tabloide de 48 páginas, en el que aparece una información resumida del estudio de cada Lineamiento y la fundamentación de los cambios introducidos a partir de los resultados del amplio debate popular.

También, un folleto que contiene los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados el pasado 18 de abril en las sesiones del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.

El documento contiene 313 lineamientos, entre los que se encuentran la posibilidad de que los cubanos creen pequeñas cooperativas de servicios, contraten empleados y obtenga microcréditos, además de la eliminación gradual de la libreta de abastecimiento y estudiar la posibilidad de que los cubanos puedan viajar al extranjero simplemente como turistas.

Se mantienen los programas sociales en las esferas de la salud, la educación, la cultura y el deporte, en las cuales se han identificado enormes reservas de eficiencia en el uso más racional de la infraestructura existente.

Estos dos materiales se pueden adquirir en todo el país en los estanquillos de prensa y en las oficinas de correos.

Nueva jornada mundial, este jueves, por los Cinco

Nueva jornada mundial, este jueves, por los Cinco

El Comité Internacional por la Libertad de los cinco antiterroristas cubanos prisioneros políticos en Estados Unidos, convocó a realizar, el jueves 5 de mayo, una nueva jornada mundial a favor de la excarcelación de estos patriotas.

Unir esfuerzos contra la muralla mediática

- Denuncian silencio mediático sobre el caso de cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos (+ Fotos, Audios y Video)

El día 5 de cada mes, una cantidad mayor de personas envían correos electrónicos, faxes y telegramas al presidente norteamericano Barack Obama, para exigir los libere, señala un comunicado del grupo.

Demandemos a Obama que, haciendo uso de las facultades que le confiere la Constitución de Estados Unidos, ponga fin a esta colosal injusticia, dice el texto.

En esta venidera jornada habrá dos nuevos elementos, ya que el 25 de abril último el Gobierno de Washington solicitó a la Corte Federal de Miami que rechazara la solicitud de hábeas corpus de Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años.

También hizo similar petición (tres días más tarde) en el caso de Antonio Guerrero Rodríguez, quien igualmente presentó hábeas corpus. En el proceso de resentencia, en agosto del 2009, él recibió condena de 21 años y 10 meses de prisión.

Gerardo y Antonio, junto con Ramón Labañino, Fernando González y René González fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 y juzgados en Miami, en el 2001, por monitorear a organizaciones terroristas anticubanas asentadas en la Florida, las cuales cuentan con la anuencia de Washington.

Reinaldo Taladrid: “Prefiero que nuestra TV se resista a las tentaciones”

Reinaldo Taladrid: “Prefiero que nuestra TV se resista a las tentaciones”

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran, ahora aquí, en 5ta Avenida y calle 32, en el barrio de Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala. Hoy nos acompaña una de las personas que ustedes más han solicitado mediante el foro que tenemos abierto en Cubadebate. Celebridad de la televisión, conductor, guionista, periodista esencialmente, y polemista de béisbol, mi querido amigo, Reinaldo Taladrid. Muy buenas noches.

Taladrid. Un placer estar aquí contigo, Amaury, lo que no sé es si esa lista de títulos es exacta o no, pero bueno.

Amaury. Bueno, la iremos viendo en el camino. Entrevistarte a ti siempre es como navegar por el filo de una navaja. Espero que lleguemos al final sin cortarnos o, al menos, sin cortarme yo.

Taladrid. Se ve, se ve que haces Poesía.

Amaury. (risas) De todas estas cosas que te he dicho, ¿con cuál tú te sientes más cómodo?

Taladrid. Esencialmente como periodista. Casi todo lo que tú has dicho, lo he hecho como periodista, y me gusta ser periodista, soy periodista. Hago periodismo televisivo, radial, y escrito también. Sí, esencialmente periodista.

Amaury. Cuando yo te conocí, o cuando intimamos -porque yo te conozco desde que tú eres casi un niño y ya hablaremos del ICAIC y de tus padres-, tú eras el director de Cubavisión Internacional. Lo fuiste cuando se inauguró, ¿no?

Taladrid. Eso es parecido a deportistas que han empezado por el básquet y se han dado cuenta que lo de ellos es jugar pelota, o viceversa. Sí, es cierto. Es una historia. El presidente del ICRT entonces, Enrique Román, me llama… Era un momento muy difícil, ¿te acuerdas?, con 16 y 18 horas de apagones, reducción de la dieta en este país en un 30%.

Amaury. El Período Especial puro.

Taladrid. El Período Especial. Te podías parar en la calle Línea y no había un solo auto en la calle, un momento muy difícil. Y en la televisión, que es una industria que “come” muchísimo: luces, cabezales, casetes, micrófonos, también estaba afectada, muy afectada. Un estudio necesita aire acondicionado, piezas, de todo, de todo y hacía falta desesperadamente buscar un mecanismo de financiamiento. Y entonces el antiguo Canal del Sol, que tenía el turismo…

Amaury. Me acuerdo…

Taladrid. …pasó al ICRT y el ICRT decidió, con lo que era Cubavisión Internacional, que era TV por satélite, unificar aquello y hacer un canal. El canal tenía una doble misión; la primera; la imagen de Cuba, esa por encima de todo, aún en esa difícil situación económica. Y la segunda, era también convertirlo en una fuente de ingresos para ayudar a que la televisión sobreviviera, como se logró, no por Cubavisión Internacional, no, porque eso no resuelve nada en última instancia económicamente. Fue el apoyo del Estado el que mantuvo a la Televisión viva en esa época. Pero bueno, fue esa doble tarea. Estuve casi dos años ahí, pero me di cuenta que yo no era, no era basquetbolista, que lo mío era el beisbol, no era el básquet.

Amaury. Ahora que hablaste de la Televisión: ¿por qué, si hacer una televisión grabada es tan cara -tú grabas los programas, después los tienes que editar, buscar cubículos de edición, casetes y nosotros trabajamos con formato bastante antiguo-, por qué tú crees que la Televisión Cubana normalmente es grabada, y no es televisión en vivo?

Taladrid. Yo pienso que tiene que ver con lo que está mencionando Raúl recientemente de cambiar mentalidades. Que también es un problema de mentalidades. Es verdad, ese hecho es inobjetable. La diferencia del costo es abismal entre la televisión grabada y la televisión en vivo. Sobre todo para una televisión pobre como la nuestra. Pasaje a lo desconocido empezó en vivo, después pasó a ese mecanismo, pero yo creo que es un problema de mentalidades. Conozco al actual Presidente del ICRT hace muchos años y tú también, tú lo conoces antes que yo…

Amaury. Sí, lo conocemos bien y lo queremos, no solamente lo conocemos.

Taladrid. Yo lo conozco un poco después que tú. Yo no correteaba por el ICRT como tú, entre las cámaras con tu papá y eso, pero sé que a él le gusta la televisión en vivo. Sé que es una gente que defiende ese criterio. Pero no creas, dirigir una industria no es fácil. Hay mentalidades también. Pero ojalá se hiciera más televisión en vivo.

Amaury. De todas maneras hagamos votos, por lo menos aquí, de que la Televisión vuelva a ser en vivo, ese entrenamiento, esa adrenalina, que genera la televisión en vivo, no debíamos renunciar a ella.

Taladrid. Es igual que en el Deporte, ya que tú hablaste de adrenalina. Sí, sí, hay que estar listo, el pre arranque. Hay gente que usa la cosa de estar hablando como si estuviera en el aire y de pronto ya estamos en el aire. Creo que Pinelli hacia eso.

Amaury. ¡Pinelli, sí!.

Taladrid. Creo que Pinelli lo hacía, pero se hace en otros lugares también. Y sí, es un entrenamiento, es una prueba de fuego. Claro, yo participo, no es mi programa, pero soy parte de un programa que también es en vivo, y un programa largo, de hora y media en vivo, y que a veces ha sido hasta de cuatro horas en momentos difíciles.

Amaury. Estás hablando de la Mesa Redonda, ¿no?

Taladrid. Sí.

Amaury. Bueno, tú eres definitivamente uno de los panelistas más atractivos para el público de la Mesa Redonda, cuando hablo de atractivo, hablo de atractivo por tus argumentos, por la información que tú das, no porque tú seas más bonito que Arleen, porque no es cierto. (risas)

Taladrid. No, no, Arleen es mucho más bonita que yo.

Amaury. Es lo que te quiero decir.

Taladrid. Y sobre todo ahora que ha bajado mucho, está mucho más atrayente.

Amaury. Se ve mucho más bonita.

Taladrid. Se parece a cuando llegó de Guantánamo.

Amaury. Es mucho más atractiva, de hecho, también. Y la pregunta, yo creo que es una pregunta de la que me estoy haciendo eco. ¿Por qué la Mesa Redonda -y tú sabes que yo tengo una gran relación con las personas que dirigen y manejan la Mesa Redonda- no le dedica un día, al menos un día, como hace Granma los viernes, por ejemplo, a tratar temas nacionales, a responder reclamos de la población, a plantear problemas cotidianos del pueblo de Cuba?

Taladrid. Esa es una excelente pregunta. Si tú no me hubieras hecho esa pregunta, este no fuera el programa de Amaury. Primero, ¿cómo surge la Mesa Redonda? La Mesa Redonda surge en una coyuntura excepcional, en un momento especial y así surgió.

Ahora viene una segunda etapa que es un reto, que es convertirse en un programa habitual,en un programa de televisión. Esto tiene distintas lecturas. Se recogen muchos planteamientos de por qué la Mesa Redonda no toca esto, o lo otro. ¿Qué pasa? Que cuando hay alguien que dice un planteamiento sobre la Mesa Redonda, hay que diferenciar:  una cosa es que tú me digas que no estás de acuerdo con el enfoque que di de las elecciones en Estados Unidos -eso es un desacuerdo, una insatisfacción con lo que se hizo-, y otra cosa es yo quiero que se toque tal tema. En cierto modo eso es un reconocimiento, porque la gente quiere que se toquen esos temas ahí y no en otro lado.

Amaury. ¡Sí, la gente cree que ese es el lugar!

Taladrid. Ahora, en Cuba hay, ¿cuántas son?, decenas -no me acuerdo ahora el número exacto porque ha aumentado mucho-, por lo menos más de 60 emisoras de radio. Hay tres periódicos nacionales con distintas frecuencias, dos diarios, uno semanal. Hay revistas, hay programas de radio. Hay otros programas de televisión. Realmente poner ese peso solamente en la Mesa Redonda, me parece que es un poco desproporcionado.

Amaury. Sí, pero…

Taladrid. Por ejemplo. Yo te puedo decir que Ariel Terrero hace excelentes comentarios económicos.

Amaury. Seguro.

Taladrid. Que Pepe Alejandro en Juventud Rebelde y en Canal Habana, hace tremendos comentarios de problemas económicos, de problemas reales. Son periodistas, es prensa cubana, es medio masivo. Te puedo decir que en Radio Rebelde hay un programa que se llama Hablando claro, al medio día, que es excelente para debatir, discutir, cosas polémicas de la realidad. Pero a pesar de eso, sigue el peso del reclamo de la gente en la Mesa Redonda. Si tú me preguntas a mí, yo encantado de la vida hablaría  de economía, de la realidad cubana. Lo hago en el deporte, lo hago en otras cosas y no tengo ninguna objeción. De todas maneras no sería justo decir que la Mesa Redonda nunca ha tocado temas nacionales. Por ejemplo, cuando colapsó el sistema eléctrico del país, fue en la Mesa Redonda donde durante tres días se abordó a fondo ese problema y era un problema nacional de primera urgencia.

En la Mesa Redonda han comparecido determinados dirigentes de primer nivel, o sea, informando de cosas en determinado tipo de intercambio. No obstante, yo estoy listo cuando quieran, como quieran y como se desee para abordar cualquier tema nacional. No porque sea experto, no porque sepa más que nadie, sino por la voluntad.

Amaury. No, y porque eres cubano y lo padeces.

Taladrid. Claro, nosotros, si queremos parecernos a lo que somos, si queremos construir algo diferente -en un país que se está construyendo, diseñando-, pienso que hay que hacer una televisión diferente, que no caiga ni en el facilismo ni en el populismo. Esas son tentaciones posibles. Cuando Jesús fue al Desierto y antes de predicar, fue a probarse frente a todas las tentaciones. Hay que probarse para no caer en tentaciones. Porque es muy fácil caer y es este un medio muy poderoso. Prefiero que nuestra Televisión se resista a las tentaciones y su periodismo sea investigativo, profundo, que vea todos los temas. Cualquier problema es un rompecabezas y tiene varias piezas. Ningún problema tiene una sola causa, todos son multi causales. Lo deseable es que sea profundo. Eso sí lo prefiero.

Amaury. Sí, de todas maneras como ya tú tocaste un tema bíblico, también hay que evitar, yo pienso, que nos pase, como en otro pasaje bíblico, cuando Cristo resucitado, sale de Emaús y los discípulos no lo reconocen, o sea, que un día nosotros podamos realmente reconocernos en la Televisión que merecemos y que debemos tener.

Taladrid. Yo estoy totalmente… Amaury, tú eres veterano de los Congresos de la UNEAC, y tus discursos son famosos en los Congresos de la UNEAC…

Amaury. (risas) Mis breves intervenciones.

Taladrid. Todas esas ideas son inobjetables. Esa idea dicha así, de modo sencillo, es inobjetable. Nadie la puede discutir. ¿Qué pasa? Hay que ver cuando se dice esa idea qué se quiere -yo sé lo que tú quieres que se toque, yo te conozco-, pero ahí puede ser que haya alguien que lo que quiera es una Inquisición en la Televisión. Y bueno…

Amaury. Está bien, está bien, yo te hice la pregunta y tú la respondiste.

Taladrid. Está claro.

Amaury. Hablando como periodista, ¿qué opinas de lo que han dado en llamar el Intercambio cultural, referido a la cantidad de músicos, académicos e intelectuales que el Gobierno de Obama ha permitido -con ciertas facilidades de visas- entren a los Estados Unidos y se presenten allí?

Taladrid. Me parece excelente, porque también están afectados por ese bloqueo -y es bloqueo, la palabra no es otra- los ciudadanos de los Estados Unidos. Entonces ese intercambio cultural me parece excelente. Y mientras más norteamericanos sanos vengan a conocernos, mejor. Que vengan va a ser mucho mejor y permitirá que el intercambio cultural entre Estados Unidos y Cuba sean entre dos países. Estados Unidos es Montana, Dakota, California, Boston. Es un país muy grande, muy diverso.

Amaury. Claro.

Taladrid. Entonces ¿por qué?, porque la imagen…

Amaury. …Yo me refería a los Estados Unidos, al intercambio con Estados Unidos, no con una ciudad de los Estados Unidos.

Taladrid. Claro, eso mismo. ¡Se ve que tú eres brillante! Esto es para que me lleves suave en la entrevista a partir de ahora. ¿Qué pasa con el intercambio? Ojalá este se produzca en todos los sectores. La imagen que han dado de Cuba es tan mala, mala, mala, que la peor experiencia que puedan tener aquí será siempre mejor que la imagen que ellos traían de Cuba. Te lo aseguro.

Amaury. Sí. Tú me has dicho cuánto se beneficia con ese intercambio el pueblo norteamericano. La idea es, ¿cuánto se beneficia el artista, el intelectual cubano con ese intercambio?

Taladrid. Te voy a poner un ejemplo que a mí me gustó mucho lo que ví. Acabo de ver recientemente la interpretación de una escuela coral americana, que creo que es católica -o quizás protestante Bien, religiosa. Se trataba de un intercambio con los niños de su edad, de secundaria de uno de los conservatorios nuestros. Allí estaban los muchachos dirigiendo los coros, ambas grupos, los dos de tú a tú, en igualdad de condiciones. ¿Quién gana ahí? Todos ganan ahí, ganan ellos y ganamos nosotros. A mí me parece excelente eso. O cuando se inauguró una exposición aquí de un gran fotógrafo norteamericano, que había sido censurado en Estados Unidos por fotografías eróticas. La exposición se inauguró aquí en La Habana. Y vino, increíblemente, a esa inauguración, hasta un ex asesor de Clinton. A mí me parece que gana todo el mundo.

Amaury. Bueno, yo estuve leyendo en un currículum tuyo que tú habías sido premiado, de alguna manera, o señalado, específicamente, como el periodista más popular en algún año, el conductor más popular en otro, ¿quién otorga eso?, ¿cómo se llega a eso?

Taladrid. Déjame aclarar. Eso es una encuesta…

Amaury. ¡Porque la Revista Opina ya no existe!

Taladrid. No, eso era en la época tuya.

Amaury. Sí, en la mía.

Taladrid. La gente de Opina y eso, en el Carlos Marx, yo me acuerdo de aquello.

Amaury.  Yo siempre quedé en el último lugar de aquellas encuestas.

Taladrid. ¿Tú siempre quedabas en el último lugar?

Amaury. Sí, el último, el último lugar.

Taladrid. (risas) Bueno, déjame explicarte. Eso es una iniciativa de un programa de la televisión que se llama Entre tú y yo, tú lo conoces. Ahí está Irela (Bravo), que es uno de los grandes misterios de la televisión cubana -la edad de Irela, está entre los grandes secretos.

Amaury. Las mujeres no cumplen edad Taladrid, lo dicen los caballeros.

Taladrid. No, pero el caso de Irela es una cosa fantástica.

Amaury. Tiene la edad mía, así que no te preocupes, no tiene más.

Taladrid. Ah, una pista. Pero bueno, entonces ellos han desarrollado la iniciativa de hacer una encuesta popular. Pero tiene el respaldo también y le ha dado orden a esa encuesta el Centro de Investigaciones del ICRT. Entonces, mezclando esas dos, ellos seleccionan un premio de popularidad, que no tiene que ver con calidad.

Amaury. Ya sé, ya sé.

Taladrid. Y es la idea eso. Lo malo es que tú te marees y te creas que tú eres mejor que alguien y ahí perdiste legal.

Amaury. Ahora, tú, como casi nadie, yo diría que como nadie, eres adorado por el público y criticado. Entonces yo creo que eso es fantástico, porque quiere decir que no eres indiferente e, inclusive, en programas de la Televisión no cubana se te ha señalado particularmente, con una dosis de farandulería mayor que con juicios objetivos y críticos, ¿por qué tú crees que la respuesta y la agresión contra ti siempre es en un plano tan bajo, tan miserable, y tan asqueroso, y nunca sobre temas objetivos?

Taladrid. Bueno, ya adelantaste parte de la respuesta. Voy a ser breve, porque yo creo que el tema no amerita más. Porque yo no soy tan importante ni mucho menos. Es cierto.

Amaury. Para nuestro pueblo sí, Taladrid.

Taladrid. Es cierto lo que tú dices. Eso, primero, te demuestra que nunca han podido atacar el mensaje y usan la vieja táctica de atacar al mensajero. Eso lo único que te reafirma es lo que dijo Fidel: son huérfanos de ideas.  No pueden atacar lo que uno dice, atacan a la persona. Y lo segundo, al atacarla con mentiras y calumnias, más allá de cometer un pecado bíblico -siguiendo ya con la tradición, es uno de los siete pecados capitales-, más allá de mentir y calumniar, de quién habla más es de ellos.

Amaury. Ahora, ¿es verdad que tú familia era dueña de Tropicana?

Taladrid. Absolutamente cierto.

Amaury. ¡Ah! ¿Es cierto?

Taladrid. Sí. Y además, creo que este hecho es un ejemplo más de la riqueza de lo que es la Historia Cubana, de la Revolución Cubana, de este proceso.

Amaury. ¡Cuéntame, cuéntame de eso!

Taladrid. Esto tiene muchas, muchas historias, esto daría para un programa. Solo te puedo decir que sí, que mi familia está ahí. Tengo las fotos de la mesa de los dueños de Tropicana. Algunas porque mi tía abuela, ya fallecida, se llevó muchas. Murió, lamentablemente, murió con odio hacia nosotros, nos culpaba de perder todo eso -nos culpaba a mi padre, a su sobrino, y a todos los de su familia que, por supuesto, se quedaron.

Solo te digo que lo curioso es que teniendo esa situación, mi padre estaba involucrado en la Revolución. Mi padre ya era novio de mi madre -ambos están vivos y casados todavía los dos, desde esa época- cayó preso en el BRAC, el Buró de Represión de Actividades Comunistas, el primero que se hizo fuera de Estados Unidos en el mundo. Me siento muy orgulloso de que mi padre, a pesar de estar en ese medio que eran los dueños (de Tropicana), en vez de dedicarse a ganar dinero, se dedicó a caer preso dos veces y a leer, al igual que mi madre. Ella, por ejemplo, le llevaba La Carta Semanal -cuando Fidel sale de prisión, y vivía en el Vedado, antes de ir a México- le llevaba La Carta Semanal. Eso y otros otras cosas más hizo y yo, me siento muy orgulloso, que viniendo de ese medio, hayan podido trascender ese mundo. ¿A partir de qué?: de la cultura, entendiendo la cultura no como Arte, sino como toda la información de un ser humano.

Amaury. Bueno, dejando claro que Cultura no es solamente Arte. Tú hablaste de tus padres, a quienes yo conocí, bueno, cuando entré al ICAIC, porque Raúl era vicepresidente del ICAIC y Arita era jefa de despacho de Alfredo (Guevara), o sea, que cerca del Arte estuvieron. Pero aparte de que ya me hablaste de ellos, y puedes volver a hablar, no hay nada más bello que un hijo hablando de sus padres, tú eres hijo único, además, me encantaría que me hablaras del niño Reinaldo en el ICAIC.

Taladrid. Bueno, eso todavía es menos importante, pero bueno… No, pero quiero aprovechar para hablar.

Amaury. ¿Cómo tú sabes, Taladrid, qué es lo más importante para el televidente?

Taladrid. …Bueno, ahí te tengo que dar la razón.

Amaury. Explícame eso, ¿cómo tú lo sabes?

Taladrid. No, ahí te tengo que dar la razón. No, no, es igual que la idea de tocar los temas nacionales. Yo te doy la razón, la frase es inobjetable, vaya. (risas) No, pero sí quiero aprovechar, porque yo creo, y te lo puede decir cualquiera que trabajaba en esa época, que mucha gente considera que los años 60 y principios de los 70, fue la época de oro del ICAIC. No solo por lo que se llegó a producir como obras trascendentes, que trascienden el tiempo, etc. No solo por eso, sino por muchas razones.

No era exactamente jefa de despacho. A mi madre Alfredo le dio un título que creo que no lo ha vuelto a dar, que era Coordinadora General del ICAIC. Creo que no lo ha repetido.

Amaury. Ah, ¿sí?, nosotros le llamábamos Jefa de Despacho.

Taladrid. Era una oficina que estaba delante de la de Alfredo. Yo crecí ahí. Acuérdate que en esa época no había ni betamax, ni DVD´s, ni nada más, y era ver películas y yo crecí viendo seis o siete películas semanales, eso estimula en un niño, no cabe duda, las sinapsis cerebrales, la imaginación, leer, etc., y eso sí me ayudó mucho, me ayudó mucho. Y también me acuerdo -¿cómo se me va a olvidar?- que mi padre era Vicepresidente a cargo de la Industria. Era una estructura muy inteligente. Y Julio García Espinosa era vicepresidente a cargo del Arte. Mi padre atendía la parte de la Industria. Saúl Yelín era la figura internacional y llevaba a todos lados el cine cubano… Santiago (Álvarez) estaba en su apogeo, creando el Noticiero, en la época de oro aquella del Noticiero. Y recuerdo haber ido a las grabaciones. Fueron momentos inolvidables para mí.

Sí te digo, que libré una batallita pequeña, pero que me siento orgulloso de ella, porque a mis padres los borraron de la historia del ICAIC y la libré, y lo volvería a hacer igual y ya los reconocieron. No es culpa de nadie, no hay que culpar a nadie, no es responsabilidad de nadie, pero la historia es la historia. Y si usted menciona en el 50 Aniversario a gentes equis, que están bien mencionados, que no los hayan mencionado a ellos, realmente es un acto de injusticia histórica.

Amaury. Bueno, no hay nada, vuelvo a decirlo, no hay nada que tenga más gallardía, más hidalguía en un ser humano que salir a librar batallas por sus padres. Así que te tocaba, te toca, y esperemos que sigas haciéndolo hasta el final.

Tú estudiaste Derecho, ¿ejerciste?

Taladrid. No. Eso es una excelente pregunta. Ya estás haciendo preguntas otra vez de esas, ya volviste a subir la velocidad de la recta. (risas de Amaury) No, no ejercí Derecho nunca. No te estés riendo.

Yo salí de la Universidad, pasé mis dos años de Servicio Social, y ya mi tesis… es que yo, en la Facultad de Derecho, por ejemplo, mi tesis de graduación la hice sobre los grupos de poder en los Estados Unidos. Hablaba el inglés, me enseñaron a hablar inglés desde niño, me gradué con una tesis los Grupos de Poder, es una asignatura que se llama Teoría del Estado y el Derecho y ahí fue donde conocí el periodismo. Porque trabajando en eso, me tocó las relaciones con la prensa norteamericana, sobre todo la televisión, y ahí pasé una escuela espontánea. Yo aprendí televisión trabajando con las grandes cadenas de televisión norteamericanas. Y eso lo complementé de manera perfecta, yo te diría, la verdadera escuela, cuando se crea en Cuba, a finales de los 80, se crea no, perdón, Cuba comienza, Cubavisión Internacional comienza a participar en un programa que tenía la antigua CNN, la de Ted Turner, que no es la de ahora. Me refiero incluso, en contenido.

Amaury. La CNN de ahora es fatal.

Taladrid. Y entonces, ¿qué pasa?, que se me fue dando un proceso muy natural. Yo llegaba como asesor de la idea, del contenido, pero me empezaba a gustar más cómo se editaba y yo le decía ¡espérate!, ¿cómo se hace esto?, y me fui metiendo. Yo tengo una sed insaciable de saber, eso sí lo tengo, tratar de saberlo todo, cómo era lo del editor y la cámara, cómo se grababa y se concebían las ideas. Lo que yo traía, que había aprendido empíricamente más esto que lo estaba haciendo en la práctica, empecé a experimentar con ello y me convertí en uno más del equipo y al final ya me decían: ¡Ven, edítalo tú con el editor! No de que yo tocara las teclas, no, que edítalo tú, cortas aquí, vamos a intercalar un planito aquí, una disolvencia aquí. Ya empecé yo a hacer, y me encantó aquello.

Amaury. Y se te fue quedando el Derecho…

Taladrid. …El Derecho quedó a la espera. Eso me ha buscado problemas con dirigentes de la esfera jurídica del país. Que me dicen: no digas más que tú estudiaste Derecho y que no lo ejerciste, porque eso no es un buen ejemplo.

Amaury. De todas maneras te queda la oportunidad de volver, de ser abogado algún día.

Taladrid. ¡Cómo no! Mira, pudiera ser abogado tuyo si tienes algún problema.

Amaury. Espero no tenerlo.

Taladrid. ¿Tú crees que yo te defendería bien?

Amaury. Yo creo que tú me defenderías mucho, no sé si bien.

Taladrid. No sé si bien. Ya estás cuestionando mi capacidad, mi aptitud. (risas)

Amaury. Vamos a caer en el programa que te ha dado una absoluta popularidad en el país. Pasaje a los desconocido. ¿Qué impacto social tú sientes que tiene Pasaje a lo desconocido para el público?

Taladrid. Yo nunca me imaginé que iba a pasar eso que pasó… cuando Pasaje a lo desconocido empezó en 1997… en esa época había dos canales de televisión. Y realmente…

Amaury. ¿Qué tiempo lleva en el aire?

Taladrid. Quince años, este es el año número quince, a mí no me gusta eso de los aniversarios y eso.

Amaury. Te lo pregunto por curiosidad, porque no lo recordaba.

Taladrid. Son 15 años, estar 15 años en pantalla no es fácil. En ningún lugar del mundo.

Amaury. ¿No te cansa?, yo llevo un año y ya estoy cansado.

Taladrid. No, porque ahí está lo de no marearse, que te he mencionado tres veces. Yo estoy insatisfecho permanentemente e inventando siempre y el equipo que trabaja conmigo es excelente y se ponen a crear siempre, ¿por qué no hacemos esto distinto?

Te voy a poner un ejemplo: En ese momento que empezó Pasaje a lo desconocido, había dos canales. Cuando yo empecé a poner ese tipo de documentales, en Cuba no había cultura de ese tipo de documental. Hoy no solo hay cinco canales que ponen cantidad de documentales de ese tipo, sino que se venden ahora en las esquinas, en la calle, tú puedes comprar ahí un disco de Discovery. Y eso me obliga a volver a cambiar.  Yo quiero que el peso del programa esté en los temas que tengan más que ver con la vida cubana, con las cosas cotidianas de la gente y darle menos peso al documental y más peso al intercambio y a la discusión.

Y ahora existe un programa que muy gentilmente Radio Rebelde me ofreció y ya está saliendo al aire desde enero, que se llama Pasaje a lo desconocido en Radio Rebelde. Que puede o no ser el mismo tema que se toque el domingo. Sábados a las siete de la noche, hay que aprovechar el programa para decirlo.

Amaury. Sí, es que aquí está el director de…

Taladrid. …No ¡el sábado!

Amaury. No, para que la gente sepa que Reinaldo, porque acabas de virarte a la cámara, para que sepan, que aparte de todo, Reinaldo invitó -y es una alegría para nosotros que haya venido- al director de Pasaje a lo desconocido…

Taladrid. …Quisieron venir porque este programa ya es una leyenda. Entonces la gente quiere venir. Oye, fui al programa de Amaury…

Amaury. …Y que esté con nosotros aquí. (risas)

Taladrid. ¡Eso es leyenda ya!, ¡fíjate!

Amaury. Iremos todos nosotros a ver cómo lo hacen ustedes.

Taladrid. No, no, no tiene comparación, tú tranquilo, quédate aquí en Abdala, que tú, no te preocupes. (risas)

Entonces ahí tienes un ejemplo de un cambio que hemos hecho, porque la realidad nos ha llevado a eso. Pero yo lo que te quería decir, que yo nunca pensé que fuera a pasar eso con Pasaje a lo desconocido ni mucho menos durar 15 años.

Y sabes, después de pensarlo mucho, la causa, yo creo, es que a pesar de todo lo que digan, y todo lo que ha pasado y a pesar de los pesares y de todas las fallas cualitativas que pueda tener nuestro sistema educacional, eso es un resultado más del alto nivel educacional de este país en comparación con otros países del mundo, que ese tipo de programa, que existe en casi todos los países, casi nunca es de los más populares. Y sin embargo, aquí logró colarse con altos niveles de popularidad.

Amaury. Ya.  ¿Cómo te preparas para esos programas?

Taladrid. Bueno, ahí también hemos ido cambiando. Hubo una época que yo hacía eso (señala las tarjetas de Amaury) la tarjetica, y los temas. No, no me lo enseñes, no me vayas a enseñar que están vacías.

Amaury. No, no están vacías.

Taladrid. ¡Ah!, sí.

Amaury. Yo las uso además como abanicos, también es una oportunidad de abanicarme. (risas)

Taladrid. Eso es una seña, eso es una seña. No, no voy a decir más nada, no, porque te revelo secretos aquí. (risas). Al principio empecé así con las tarjetas, hoy viene Amaury, ¿de qué le voy a hablar?, bueno, le voy a hablar de esto y esto, primero esto, y con la limitación del tiempo me hacía quedar muy rígido. Y después he ido probando el tema de…, pero tienes que dominar el tema. Yo tengo que saber quién es Amaury, que ha hecho Amaury, a la hora de prepararme para entrevistar a Amaury. Primero, no entrevistar. Es un diálogo. Yo no quiero hacer más entrevistas. Yo quiero intercambiar, discutir, conversar. No la clásica entrevista, aunque el formato esencial es de entrevista. Y también introduje algo que no lo inventé yo, es tan viejo como la mayéutica de Sócrates, que aquí generó cierto rechazo, porque “Taladrid le falta el respeto al invitado”, que sí Taladrid…

Amaury. …Lo interrumpe…

Taladrid. …Lo interrumpe. ¡Óigame! la contra pregunta es una cosa tan vieja…

Amaury. …A mí me acusan de eso, de abusar de la contra pregunta.

Taladrid. Te voy a explicar por qué. El problema es que existe un mal hábito, de que tú entrevistas a alguien y lo que diga esa persona es sagrado, palabra de Dios. Pero es que tú puedes tener, o dudas de lo que dijo tu entrevistado, o quieres que esclarezca algo, o no estás de acuerdo.

Amaury. O quieres redireccionar el argumento.

Taladrid. Entonces, por ejemplo, yo te pregunto: ¿las corbatas finitas son mejores que las anchas? y entonces tú me dices, la corbata finita ayuda la circulación, etc. Y entonces yo te digo: pero, por qué usted dice eso si yo acabo de leer un artículo de un cardiólogo que dice que es al revés. Un ejemplo absurdo, nadie vaya a pensar que la corbata de Amaury ayuda a la circulación.

Amaury. Bueno, quién sabe.

Taladrid. Pero bueno. Eso es lo que hacía Sócrates. Sócrates en sus clases con sus alumnos decía una cosa y los alumnos tenían que retar y eso te obliga a convencer, no a asentar un dogma, sino a convencer. Y yo creo que con eso, a la larga, se gana y también el intercambio y hablar como hablan los cubanos. Mira, lo voy a decir aquí. Yo tengo una larga correspondencia, ¿sabes con quién?, que empezó de manera casual -la tuve con Cintio (Vitier)-, y con Fina García Marrúz.

Un día a la salida -y eso para mi fue un honor impensado, inmerecido- un día no me acuerdo qué era en el Palacio de las Convenciones, ellos me llamaron. Yo me quedé muy así. Me dijeron: ¡ay, muchas gracias por devolver la cubanía a ese tipo de temas en la televisión! Y yo me quedé frío. Y a cada rato, ahora, Fina me manda unas noticas y me manda cartas con comentarios, elogiosos o no, con opiniones de ella. Y que el solo hecho de que una persona, y también Cintio, de esa altura, de esa dimensión, me hayan dicho eso, me dio una satisfacción tremenda, porque yo también me propuse hablar como hablan los cubanos. Los cubanos no hablan de ningún tema de esa manera, que a veces se quiere, disciplinada de: Amaury, ¿la corbata ayuda? Y entonces Amaury dice: la corbata ayuda por esto y por esto. Próximo tema, prácticamente, próximo tema. Los cubanos nos interrumpimos, los cubanos nos sobreponemos. Los cubanos polemizamos, hablando de cualquier tema. Entonces por qué…

Amaury. …Nos involucramos sentimentalmente en una conversación…

Taladrid. …Es la pregunta que yo hago casi siempre ¿qué haría usted? Por ejemplo, un tema tan difícil como la eutanasia, claro, tú tienes que saber a quién le puedes hacer esa pregunta, el doctor Calixto Machado es una autoridad mundial en el tema de la eutanasia, pero a la vez es una persona muy jovial. Y yo le pregunto: ¿Y si usted estuviera en ese caso, qué haría con un familiar suyo? Y hay gente que no le gusta que yo le pregunte eso, pero yo creo que es poner en la perspectiva humana a grandes científicos. Yo creo que eso no afecta el contenido, ni la calidad. Yo creo que es una forma de acercarse a la gente, o como me gusta decir, de elevarnos a la gente.

Amaury. Taladrid, ¿tú eres casado?

Taladrid. (risas) Ya pasé por eso. Bueno, mira, ¡imagínate!, a veces uno es bateador de líneas cortas, a veces da nada más que batazos largos, no sé. Entonces mira, no he tenido, no he navegado con suerte en ese tema.

Una ex mía terminó, fíjate, cosa rara, una ex terminó de profesora de canto en Nicaragua. Otra anda por la televisión china, y otra pasó por tú programa.

Amaury. ¿Pero tú eres un exportador de esposas? (risas)

Taladrid. Sí, no, pero otra pasó por tu programa. Y entonces ¿qué pasa?, que…

Amaury. ¿Y otra pasó por mi programa?

Taladrid. Relájate y coopera. Y ¿qué pasa?, que, no sé, uno ama tanto a las mujeres que yo no quiero…, quizás uno no quiere darle la oportunidad de después desencantarlas. Y entonces, quizás ese sea mi destino, a lo mejor no, a lo mejor después termino, ¿cómo es?, encadenado en la cárcel de tu piel, como dice la canción.

Amaury. Sí, ¡pero tienes que apurarte!

Taladrid. Sí, es verdad, es verdad. Pero mira, eso es como una anécdota que yo oí una vez de Bobby Salamanca, que Bobby Salamanca decía, acostumbraba a decir que la gente como él, y yo me incluyo ahí, que no somos agraciados, teníamos que hacerle swing a 10 lanzamientos para embasarnos tres veces. La gente agraciada, a lo mejor le hace swing a tres lanzamientos y se embasan dos veces y entonces eso me lleva a esforzarme más.

Amaury. Y hay gente que se embasa las tres veces, en los tres lanzamientos.

Taladrid. Sí, cómo no, cómo no. De tres, tres. Pero esos son los agraciados, yo no soy agraciado.

Amaury. Defendamos tus ojos, entonces nos quedamos por ahí. Tú siempre tienes que ir con los ojos por delante. Le dices: mírame a mis ojos. (risas)

Taladrid. Sí.

Amaury. Y ahí empieza todo. Ya casi terminando la entrevista, es cierto, no hemos hablado de béisbol. ¿De qué equipo tú eres?

Taladrid. Ah, no, ¿pero que tú crees?

Amaury. No, no.

Taladrid. Que me vas a coger de, me vas a coger manso así, entre primera y segunda, te vas a virar y me vas a sorprender así, fácil aquí en un programa nacional.

Amaury. Esa es la idea. (risas)

Taladrid. ¿No me digas?

Amaury. Porque tú eres un polemista, tú tienes tu peña.

Taladrid. Como le dijo Michael Corleone al marido de la hermana antes de liquidarlo: no insultes mi modesta inteligencia.

Amaury. Pero ¿tú no lo vas a decir entonces? No vas a aprovechar para decirlo.

Taladrid. Mira, lo que sí voy a defender es un principio, porque tuve el honor y una de las grandes experiencias de mi vida, de ser el conductor de los Juegos Panamericanos en el 2003. Organicé una experiencia que se llamó la Cabina post temporada, en la final del año pasado de la pelota en la COCO (emisora radial).

He hecho esa experiencia con la COCO, con Radio Ciudad del Mar, con la W en Santa Clara, de béisbol. Primero, yo hago lo mismo que hago siempre, preguntar, polemizar e intercambiar, yo no tengo ni que narrar, ni ser el especialista. Busco a los especialistas, aquí en La Habana uso a Lázaro Vargas, uso no es la palabra correcta, me acompaña, y yo aprendo de él, a Lázaro Vargas, una persona inteligentísima. En Cienfuegos lo hago con Antonio Muñoz, que es muy simpático y muy ocurrente, y tiene cosas geniales. En Santa Clara, lo he hecho con varias personas también y ahora, tengo retado a un duelo al conductor de la W en Santa Clara, Normando Hernández, para hacer un debate de pelota, ¿adivina en donde? en El Mejunje de Santa Clara, histórico, espero que sea, para bien de todos, no porque esté yo.

Ahora, lo que sí defiendo es el derecho a incursionar en varios temas. ¿Sabes por qué?, porque hay gente que te dice: Eso no es serio, hablar de pelota es una payasada. Tú eres una gente seria. No hagas eso, porque eso te rebaja.

Amaury. ¿Hay gente que piensa que la pelota no es un asunto serio?

Taladrid. Sí, no, no, lo que te dicen: chico, tú eres un  analista serio, tú hablas de temas políticos, ¿cómo tú vas a hablar de pelota?

Amaury. Qué horror, es que la pelota es un asunto muy serio para este país.

Taladrid. Yo te voy a ser franco: No es más, en mi opinión, que tratar de ejecutar, de llevar a la práctica el concepto que defiendo con convicción, que es el concepto de Fidel de la Cultura General Integral, de manera que tú no seas especialista de todo, pero que sepas un poquito de Historia, de Economía, de Arte; todo eso es Cultura. De Deporte ¿por qué no?, eso lo único que hace es enriquecer tu alma, tu espíritu, tu cerebro. Está probado que el cerebro tiene plasticidad, que es capaz de volver a aprender a hablar cuando tienes un accidente, que cambia de hemisferio. La capacidad de aprender matemáticas a los 60 años se ha demostrado, de estudiar a los 60, 70 años. Todo eso, lo único que hace es enriquecerte.

Saber de pelota y saber de Política y un poquito de Economía y un poquito de Ciencias, lo único que te hace es una persona más íntegra, como dice el concepto de Fidel, que yo defiendo. Porque sí, mucha gente aplaude el concepto de Fidel, pero después si tú hablas de deporte, te caen arriba: por qué tú haces eso, eso no es serio. No, yo creo que eso es muy serio y muy complejo y el deporte tiene un millón de aristas también, sociales, económicas, políticas, como lo tiene todo. Y los comentaristas deportivos merecen el mayor respeto y no hay que subestimar para nada eso. E incluso, he librado otra batalla más reivindicando el derecho de los deportistas a ser analistas en estas transmisiones, cosa que yo defiendo a capa y espada también, y lo he hecho, lo he demostrado.

Así que para mí eso ha sido una escuela, un orgullo, compartir y conocer a todos esos deportistas cubanos. Gente como Lázaro Vargas, que recientemente contó cómo rechazó 8 millones de dólares después de las Olimpiadas de Barcelona y está aquí, con veinte problemas, como tenemos todos.

Desde esas experiencias hasta aprender qué son los cinco tipos de lanzamientos en la pelota, hasta aprender las señas para robar una base, quién se vira. De todo. Y además lo único que se hace es disfrutar más el mayor espectáculo cultural de este país, que es la pelota.

Amaury. Bueno, terminando ya, yo te agradezco muchísimo que hayas venido, pero espero, no sé que tú pensarás, que el título de este programa se haya ajustado a la conversación que hemos tenido. Pero yo quiero terminar con una pregunta, porque  siempre me queda una duda.  Tú has estado defendiendo a la Televisión Cubana, que es defender a Cuba. Tú has estado defendiendo al Deporte Cubano, que es defender a Cuba. Tú has estado defendiendo a la Educación Cubana, que es defender a Cuba. Tú has estado defendiendo a tus padres en la Historia, que es una manera de defender a Cuba.

¿Defender a Cuba para ti es un deber o una obligación?

Taladrid. Lo que yo soy, o sea, lo que yo he aprendido se lo debo en esencia al cambio que tuvo este país en el año 59, que permitió esos números que te mencioné ahorita y ese nivel. Yo soy hijo de eso, con sus virtudes y sus defectos, con sus limitaciones y grandezas, con sus imperfecciones, pero yo soy hijo de eso.

Sería una ingratitud mayor, pecado bíblico también, la ingratitud, no ser consecuente, agradecido y defender lo que te permitió ser lo que tú eres para bien o para mal, yo no soy nada excepcional, pero lo que soy se lo debo a ese proceso, a esos 50 años, a esa Revolución.

Y yo, con convicción, o como diría la canción de Silvio, si quieren considerarme arrastrable, con orgullo me pongo una medallita aquí, y con orgullo soy arrastrable. El problema es que no me voy a dejar arrastrar. Porque también en un momento dado en la vida hay que saber defender las cosas en las que tú crees por cualquier medio. Primero me matan, pero con orgullo, si esa es la categoría, me incluyo en esa gran canción de Silvio, y soy arrastrable. Pero por convicción, no porque signifique prebenda, ni nada. Por convicción, lo que no quiere decir que a uno le guste que la vida sea cada vez mejor. Que el socialismo se hizo para que el ser humano viva mejor integralmente, no solo materialmente, pero también materialmente, y que el ser humano sea mejor. Así que por convicción hago esas cosas.

Amaury. Está bien. Muchas gracias, Taladrid.

Taladrid. No, gracias a ti.

Amaury. Gracias

Taladrid. Y sí, Con 2 que se quieran ¿por qué no?

Reinaldo Taladrid en

Reinaldo Taladrid en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Vidal. Foto: Petí

Reinaldo Taladrid en

Reinaldo Taladrid en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Vidal. Foto: Petí

Reinaldo Taladrid en

Reinaldo Taladrid en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Vidal. Foto: Petí

Reinaldo Taladrid en

Reinaldo Taladrid en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Vidal. Foto: Petí

Reinaldo Taladrid en

Taladrid y Amaury. Foto: Petí

El editor del programa, Manolito Iglesias, Taladrid y Amaury. Foto: Petí

El editor del programa, Manolito Iglesias, Taladrid y Amaury. Foto: Petí

Intensa jornada de intercambios de ex agentes de la Seguridad del Estado cubano en Santa Clara

Intensa jornada de intercambios de ex agentes de la Seguridad del Estado cubano en Santa Clara

Un sentido homenaje al Comandante Ernesto Guevara y su Destacamento de Refuerzo, rindieron en horas tempranas de este viernes los seis ex agentes de la Seguridad del Estado cubano, protagonistas de la serie Las Razones de Cuba, de visita en la ciudad de Santa Clara.  Horas después sostuvieron encuentros con varios sectores de la sociedad villaclareña.

Carlos Serpa, José Manuel Collera, Moisés Rodríguez, Dalexis González, Frank Carlos Vázquez y Raúl Capote, realizaron el cambio de flores en el Memorial  donde descansan los restos del Che y los integrantes de su guerrilla internacionalista.

Y allí, ante el nicho del infatigable revolucionario, Carlos Serpa, ratificó su compromiso de estos valerosos hombres,  de continuar en combate junto al pueblo, a Fidel, a Raúl y al Partido.

Intensas jornadas de ex agentes de la Seguridad del Estado Cubano en Santa ClaraUn rato más tarde, en un intercambio con estudiantes universitarios  en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de la provincia,  el profesor Raúl Capote, expresó la emoción que significó  para él y sus compañeros, estar en el sagrado  sitio, visitado antes por algunos de ellos, en compañía de enemigos de Cuba.

En amena charla con los alumnos, y  cual si fuera una de las clases que impartió en sus años de docente, el profesor Raúl Capote recalcó ante los jóvenes los tenebrosos planes intervencionistas del imperialismo contra nuestro país y las esperanzas que tienen cifradas en la juventud cubana. 

“Están apostando por ustedes, la juventud, los futuros cuadros, de este país, porque la batalla de ellos con la generación histórica de la Revolución ya la perdieron, y lo saben”.  

DIALOGO CON EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LA PATRIA

Una larga ovación estremeció el teatro del Centro de Tecnología de la Salud, de Villa Clara,  cuando fue declarado Hijo Ilustre de la Universidad de Ciencias Médicas de la provincia el Doctor Manuel Collera, el ex agente Gerardo de la Seguridad del Estado Cubano.
Intensas jornadas de ex agentes de la Seguridad del Estado Cubano en Santa ClaraCollera sostuvo un encuentro con estudiantes de ese perfil y trabajadores de la salud, donde narró sus experiencias cuando se infiltró en las filas del enemigo, para defender la soberanía y felicidad de su pueblo.

El médico cardiólogo de origen pinareño salió a la luz en el documental “Ayudas Peligrosas”,  de la serie  “Las Razones de Cuba”,  y demostró cómo fue captado por los Estados Unidos para desestabilizar a nuestro país, a través de su profesión y desempeño como presidente de la Logia Masónica.

“El enemigo- dijo - nunca pudo imaginar que yo era agente de la Seguridad del Estado Cubano, y desde esas filas cumplí una misión como un hijo de este pueblo”.

Los   estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas “Serafín Ruiz de Zárate”, así como los de Tecnología de la Salud, trabajadores de ese perfil y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en la provincia,   realizaron varias preguntas a Collera, símbolo de valentía y firmeza revolucionarias.

Habló sobre el orgullo que sintió cuando  tuvo que cambiar su nombre como agente y le aprobaron el de Gerardo, pues con ello  rinde  su modesto homenaje, dijo, a los cinco cubanos presos en cárceles norteamericanas.
El  Presidente de la FEU en el centro de enseñanza superior, Fidel Ernesto Ardizaga,   a nombre de los presentes le agradeció al doctor Collera lo que hizo por Cuba, para preservar nuestra libertad, mientras que un público orgulloso de estos hechos, aplaudió  a todos los hombres y mujeres del Ministerio del Interior que durante más de treinta años, atendieron al agente.

Y mientras esto sucedía  se escuchaban los ecos de las palabras del  pediatra cardiólogo cuando le dijo a los  jóvenes: “En mi modesta opinión,  ustedes no son ni la cantera, ni el futuro de la Patria, la vida ha demostrado que los jóvenes cubanos son el presente y la realidad de la Patria.”

En el encuentro refirió anécdotas sobre su estancia en Ciego de Avila, provincia que ahora se enfrenta en béisbol contra la de sus orígenes, Pinar del Río, y declaró a la prensa su amor por la música cubana.

ENCUENTRO EN LA AUDIENCIA CON JURISTAS, PERIODISTAS E INFORMÁTICOS

La histórica Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara fue escenario este viernes del encuentro de Moisés Rodríguez, Carlos Serpa y Dalexis González,  ex agentes de la Seguridad del Estado Cubano, con juristas, periodistas y trabajadores de las ciencias informáticas.Intensas jornadas de ex agentes de la Seguridad del Estado Cubano en Santa Clara
A este auditorio los tres valerosos combatientes contaron anécdotas de su labor, en defensa de la Revolución y los sueños que hacen valederas las Razones de Cuba; además de recibir el reconocimiento, como recuerdo de esta segunda visita a la provincia.

«Han sido momentos de grandes emociones», afirmó Serpa, quien fuera el agente Emilio, y añadió: «del Cabo de San Antonio a la Punta de Maisí, las personas expresan el agradecimiento por nuestro trabajo,  pero no se trata de un reconocimiento individual, sino es el respaldo incondicional del pueblo a la Revolución, a Fidel, a Raúl».

Tras narrar las complejas experiencias familiares y personales en el desempeño de sus misiones, Moisés Rodríguez aseveró que «mientras el imperialismo insista en continuar con sus planes desestabilizadores contra nuestro país, habrá otros compañeros que sabrán responder como lo hicieron en su momento Robin, Daniel, Gerardo, Raúl, Emilio y Vladimir.

“SOY  FELIZ AL COMPARTIR LA ALEGRÍA CON MI PUEBLO”

Intensas jornadas de ex agentes de la Seguridad del Estado Cubano en Santa Clara“Tenía que decidir   entre salvar a nuestro pueblo, a mi país, o a mi familia,  y decidí por mi país”  confesó  Frank Carlos Vázquez  Díaz, el agente Robin, en el teatro La Caridad  de Santa Clara ante escritores, artistas, miembros de la Brigada José Martí y funcionarios de la cultura en Villa Clara.

Presentado por Nelys Valdés  Toledo, directora del ramo en la provincia, el agente Robin respondió a varias preguntas del auditorio.

Destacó en primer lugar que  el objetivo de los señores de la SINA y la CIA,  al acercarse a su proyecto y a su labor como promotor cultural, era lanzar al mundo la idea de que en Cuba existe un movimiento cultural joven, alternativo, y a la vez disidente.

“Los servicios de inteligencia están a la caza de muchos proyectos, sobre todo de los proyectos con jóvenes.    Cuentan con  financiamientos muy importantes, muy grandes, y las instituciones, los jóvenes, todos nosotros en el orden de la cultura, tenemos que estar alertas en ese sentido porque ellos están buscando constantemente a alguien que por dinero se venda.  No podemos ser ingenuos.

Como isleños sentimos la necesidad del intercambio y de hecho tenemos que intercambiar con el mundo entero porque como seres humanos y artistas tenemos que retroalimentarnos y apoyar el intercambio.  Yo exhorto a todos  los artistas a que viajen a que traten de encontrar proyectos para que puedan conocer otras culturas, otros países, otros pueblos, y que al regreso puedan  comparar y absorber otras corrientes culturales, muy importantes, que se desarrollan en el mundo, y cómo funciona el mercado que es extremadamente competitivo. Son cosas que nosotros necesitamos y tenemos que seguir apoyando.  Y por el hecho de que la CIA  o los Servicios de  Inteligencia se monten encima  de algunos de estos proyectos no significa que tengamos que cerrarlos todos,   todo lo contrario lo que tenemos que hacer como instituciones y artistas y creadores independientes es estar alertas y confiar en las instituciones porque la CIA se disfraza de muchas organizaciones.”

Con gran sencillez y humildad,  Frank Carlos, el agente  Robin,  contó anécdotas familiares, sobre su hijo, sobre las estrategias empleadas por el enemigo, así como sobre los momentos difíciles que vivió durante  los doce años  que estuvo infiltrado en las filas del enemigo, cinco de ellos en los Estados Unidos.    
                  
“Prefiero ser pobre pero estar dentro de mi pueblo”, afirmó Frank Carlos Vázquez, al contarles a los artistas y creadores  reunidos en el teatro La Caridad   todo lo que le ofreció el enemigo para que se quedara en los Estados Unidos.  “Compartir la alegría junto a mi pueblo en lo más importante, es lo que me hace feliz”, aseveró.

“El sentimiento de seguridad  con que viven nuestros hijos es invaluable, saber que salen por las noches para nuestras calles y que regresan sanos y salvos, y ese sentimiento de seguridad  nos los da la Revolución”. Así concluyó el emotivo diálogo del agente Robin  con miembros del sector de la cultura en Villa Clara.

Reporte especial a cargo de:  Enma Rodríguez, Xiomara Rodríguez, Alicia Elizundia y Berta Pulido Francia, periodistas de CMHW.

Fotos:  Víctor Valdés, de CMHW, y archivo

Natalia Bolívar: “No llevo tantos collares por gusto”

Natalia Bolívar: “No llevo tantos collares por gusto”

Amaury. Muy buenas noches, estamos en Con 2 que se quieran, ahora aquí, en 5ta Avenida y calle 32, en los maravillosos Estudios Abdala.

Hoy nos acompaña, pasó una cosa curiosa cuando llegó, me confesó mientras la maquillaban, que ella estaba nerviosa con esta entrevista y yo le dije que más nervioso estaba yo. Su presencia es imponente, su belleza también. Es uno de esos seres bondadosos que van en el mundo, que no le han negado nunca una mano a nadie, una ayuda, un consejo y siempre es impresionante tener a personas buenas delante de uno.

Nos acompaña la eminente museógrafa, eminente escritora y etnóloga, Natalia Bolívar. Mi amor.

Natalia. ¿Qué tal, Amaury?

Amaury. Mi vida.

Natalia. ¿Cómo andas?

Amaury. Mi respeto para usted. Y todo mi cariño y gracias, gracias por tener la gentileza de, a la primera llamada por teléfono, decirme que estaba dispuesta a venir a Con 2 que se quieran.Cuba necesita este programa. Yo quería empezar ya con esos puntos curiosos para el televidente.

Natalia. Espérate, Amaury, antes que hagas una pregunta. Yo, sinceramente, y esto lo estoy declarando aquí, y me da mucha pena. Yo le dije a mi hija, oye, me voy a poner unos popis para ir bien vestida, con popis. Y ella: no hagas eso, porque Amaury va y lo interpreta mal.

Amaury. No, no, me hubiera encantado tener un compañero de tenis. Tuve uno ya, Gerardo Alfonso también vino con tenis. Además, los cambié, ahora son…

Natalia….No, ahora estás con unos negros.

Amaury. Porque la gente ha dicho tantas cosas de mis tenis blancos, que dije: déjame ir con unos negros.

Natalia. Yo creo que la mejor manera de andar es en tenis.

Amaury. Es más cómodo para cualquier irregularidad que uno tenga en los pies. Natalia ¿qué cosa es la Letra del Año?

Natalia. Bueno, la Letra del Año,antes de la Revolución, durante los años 30, 40, se sacaba por los grandes babalaos. Había grandes casas de babalaos, sobre todo cinco casas y ellos sacaban la Letra del Año. Ahora, ¿qué es la Letra del Año? Es la predicción, a través de Ifá, que tú sabes que es uno de los sistemas adivinatorios más perfectos que hay, si quieres que te diga que para mí es el más perfecto, porque no se te escapa. Son 16 patas con 256 combinaciones, con cuatro mil y pico, no hay escape posible. Sacaban la Letra del Año para Cuba y para el mundo entero. Esto se suspendió un tiempo y volvió otra vez en los años 90, ochenta y pico o noventa, se volvió a sacar la Letra del Año. La Letra del Año es una predicción, generalmente muy exacta, que se lee a través del Oddun, de la letra que salga, con refranes, los rezos, quiénes gobiernan, qué te va a pasar,qué enfermedades van a ser fuertes en ese año, qué terremotos y problemas terrenales va a haber en el Universo, y te da las recomendaciones,  mas si tú eres religioso, te haces el ebbó del año, el ebbó quiere decir la limpieza del año para que puedas afrontar todo lo que te está diciendo la letra; tanto negativo como positivo de lo que te pueda pasar.

Amaury. ¿Y por qué nunca sale en la Letra del Año opolopo owo?

Natalia. Ah, porque… (risas)

Amaury. ¿Qué cosa quiere decir, a ver?

Natalia. Opolopo owo quiere decir mucho dinero. Opolopo es mucho, owo es dinero. ¿Por qué? Porque antiguamente tú ibas al pie de Ifá o al pie de un santero que tirara el diloggun, o sea, los caracoles, y él, cuando tú le decías ¿qué derecho tengo que pagarle? - porque usted tiene que pagarle derechos, porque la persona que se está consultando, le está soltando todo lo malo que lleva a quien lo consulta, ya bien sea santero, ya bien sea babalao y él necesita ese dinerito para poderse hacer el ebbó correspondiente que puede ir desde un gallo, o cuatro patas, o puede ser nada más que poner unas flores- y entonces, ¿qué quiero decir?, que cuando tú le preguntabas, qué le debo, él te podía decir, opolopo owo, pero opolopo owo quiere decir mucho dinero, pero puede ser muchos quilitos, centavitosy más nada. Tú le das lo que puedes.

Amaury. Ahora tocó el tema de los animales de cuatro patas y me parece interesante también hacer una aclaración.Cuando yo estoy mucho tiempo fuera y trato de explicar un poco el mundo sincrético en Cuba y todo esto, los conservacionistas, las personas que adoran a los animales, me dicen que por qué hay que hacer, en esa religión, sacrificios de animales.

Natalia. ¿Y tú no les has dicho a ellos que cuando ellos van al Wallmart, o a cualquiera de los mercados, se comen el pollo y se comen el carnero y se comen el buey y matan toros? Porque esa es la respuesta.

Tú haces los sacificios dándole la sangre que vivifica los receptáculos. Ahora ¿qué pasa?, que esa sangre se le das a tu santo, a tus orishas, a tus deidades, a tus ngangas, y después ese animal lo confraternizas con todos, comiéndolo como si fuera una comunión, para ponértelo un poco sincrético, como una comunión, ¿no se comen a Cristo en la comunión? Aquí lo que te estás comiendo es el animal que tú sacrificas sin dolor y sin hacerlo sufrir. Esa es la cosa. En vez de irte al supermercado, vas y le das su sangre y después te comes ese animal con todos los hermanos que están contigo.

Amaury. No voy a decir lo que yo respondo, porque quería que usted fuera la que respondiera, que es la que tiene autoridad.

¿Qué pasó con la Letra del año en el año 1957?

Natalia. ¡Ay, chico, eso es muy interesante! Los babalaos  tiraron la Letra del año y Batista tenía hecho santo, además era ngangulero, y tenía de todo.

Amaury. ¿Ah, sí?

Natalia. Sí, sí, de todo. Él era mayombero de Sancti Spíritus y él tenía hecho Santo y tenía su casa de Ifá por la que se regía. Cuando sale el Oddun, la Letra, sale hablando con el presidente, diga presidente, diga rey, el que gobierna el país, por lo tanto, uno de los que sacó la Letra del Año, era padrino de Batista, y la Letra era Obbara Meyi, que quiere decir: el rey tiene que buscar una salida por los lugares donde él está constantemente, que nadie la conozca. Una salida oculta. Y él siguiendo las instrucciones lo llevó a tres lados, a Palacio Presidencial, a Kuquine, que era la finca donde él vivía, y al campamento militar de Columbia.

Amaury. Entonces tenía puertas ocultas en todos los…

Natalia. …En los tres lados. Le dio tiempo desde enero a marzo, a hacer sus tres puertas secretas. La gente del 13 de marzo había estudiado todo el plano del Palacio Presidencial perfectamente bien y no aparecía ninguna salida oculta de su despacho.

Y él, que no era bobo ni perezoso, corrió y se mandó a hacer esa salida oculta en su despacho. Fíjate que Wangüemert, que es uno de los que llega hasta el despacho de él, se encuentra el café echando humo y el tabaco encendido y empiezan a buscar como unos locos y no encuentran la puerta esa, no encuentran nada.

Amaury. ¿Y cuándo se descubrieron esas puertas secretas?

Natalia. Bueno, se descubrieron después cuando se empezó a averiguar, el plano era perfecto, y decían ¿pero cómo se ha ido este hombre? Nadie se lo podía imaginar.

Amaury. ¡Qué cosas! Natalia, cuando uno siente su nombre, Natalia Bolívar, y usted es nacida en el 34, si no me equivoco -no sé si es un secreto-…

Natalia. Qué malo eres, no, no, yo digo mi edad, yo cumplo ahora 77. Yo soy Virgo y soy, en el horóscopo chino, el perro, o sea, la fidelidad absoluta a la amistad.

Amaury. Normalmente aquí las personas dicen su edad, pero yo siempre digo que las mujeres no tienen edad, la edad la cumplen los hombres.

Natalia. No chico, uno tiene edad, porque olvídate, que aunque yo me siento joven…, yo, hay veces, voy a ver a los más jóvenes, yo soy fanática de William Vivanco y una serie de gente, de Kelvis Ochoa, yo los vacilo, me encanta ir a verlos. El problema es que tú no te sientes que tienes la edad que tienes ¿por qué?, porque en mi vida espiritual no tengo esa edad. Pero el problema es que en la material, sí, (risas) y esa sí me golpea.

Amaury. Esa sí va pasando la cuenta. Entonces, vuelvo nuevamente a la pregunta para no irme yo mismo en la fascinación que estoy sintiendo, me voy yendo. Bolívar, ¿descendiente de Bolívar?

Natalia. Sí, directamente ¿tú sabes cuántos Bolívar hay en el apellido de mi padre? Mi padre era Arturo Bolívar y Bolívar Espinache y Bolívar. Tres Bolívar, porque mi padre es descendiente del tío paterno de Simón Bolívar que se estableció en Santiago de Cuba, como antiguamente los venezolanos españoles, iban a Santiago de Cuba buscando mujeres casaderas. Él se casó con otra Bolívar y después se casó con otra prima hermana cuando enviudó. O sea, nosotros llevamos Bolívar por todos lados.

Hay gente que cuando me conocía, de joven, me decían: tú tienes el perfil de Simón Bolívar.

Amaury. ¿Y cómo fue su niñez? ¿Cómo era su entorno familiar? ¿Cómo funcionaba, porque era una familia católica, no?

Natalia. Bueno, nosotros somos todos católicos. A mí me queda, porque yo, cuando empieza a tronar, le tengo pavor a los truenos, y enseguida le digo: Oye, Shangó, aguanta. Pero también le digo: Oye, Santa Bárbara ¿cuál es el problema, cuál es la bolá? Yo todavía no le he dicho que no a la religión católica.

No, el problema es que yo me crié en una familia totalmente católica, apostólica y romana, de todo. Y me crié en una escuela de monjas. Primero en Saint George School, que Zenaidita Romeu también estudió allá. De ahí sé el inglés que sé, se lo debo a los de Saint George. Y de ahí me pasaron al Sagrado Corazón. Decían aquí, compañeras mías de escuela, que el Sagrado Corazón era los Jesuitas de las monjas, cosa que es verdad, eran muy estrictas y quién sabe si la educación que yo recibí, férrea, que ya se me ha ido olvidando al paso del tiempo. Y como bueno…

Amaury. No creo mucho que se le haya olvidado.

Natalia. No es que se me olvide, pero yo soy mucho de hablar en jerga y eso.

Amaury. Está bien.

Natalia. Aquí no, aquí me estoy cuidando.

Amaury. No, pero usted tiene que ser aquí como es en su vida. No, no, aquí se habla como cada cual habla.

Natalia. Bueno, entonces las monjas del Sagrado Corazón, yo me gradué de Bachiller en Ciencias y Letras allí, donde tuve de profesor a Levy Marrero y a todos los grandes profesores maravillosos. Y las monjas querían que yo entrara a monja, ¡imagínate tú! ¿Qué me hubiera perdido yo? Y no, yo decidí que no, que yo no tenía nada que ver con las monjas.

Amaury. ¿Y el entorno cómo era? ¿Quién vivía con usted?

Natalia. Todos vivíamos juntos. Yo soy prima hermana de Rita Longa, vivía al lado de mi casa, de Pedro Álvarez Tabío. Y vivíamos, la familia era muy unida, Amaury, fíjate tú si somos tan unidos, que antes de la Revolución nos reuníamos toda la familia que venía del tronco González de Mendoza, nos reuníamos y éramos 5 mil, 6 mil personas. Y actualmente cada cinco años se reúne toda la familia en Miami. Pero bueno, me queda que la familia fue muy unida, fue una niñez muy bonita.

Yo tuve la suerte de codearme con los grandes pintores cubanos, ser amiga personal de ellos, de algunos, muy personal. Lam fue un gran amigo mío, Wifredo Lam. Mariano (Rodríguez) fue el hombre que más me enseñó a apreciar la pintura. Y a mí me gustaba mucho pintar y di clases en San Alejandro.

Amaury. ¿Cuánto tiempo?

Natalia. No, nada más que pude estar dos años, porque empezaron las revueltas y mi madre me dijo: no, no te puedes meter en eso, porque una vez nos rodearon en la Anexa, la policía, y nos entraron a golpes, y yo llegué sangrando, a mi madre le dio un ataque, y dijo: ni un San Alejandro más.

Amaury. Ahora, una de las cosas que a mí me llama la atención, estudiando sobre todo la vida de Natalia Bolívar, es que detrás de ese haz de luz que la acompaña a usted y de esa bondad de la que yo hablé hace rato, que la comentan las personas que la conocen bien, hay una mujer con un gran coraje ¿A qué edad es que usted se vincula al Directorio Revolucionario y a participar con personalidades queridas y respetadas de Cuba?

Natalia. Bueno, Amaury, yo me vinculo, ¿tú me dices al Directorio o a las armas?

Amaury. A las armas.

Natalia. A las armas yo me vinculo desde los 10 ó 12 años. Yo tenía un primo que, según la historia que nos narran ahora, era un ganster, para mí era mi hermano, era mucho mayor que yo, ¿no?, pero él fue quien me enseñó a disparar 45, Thompson, M-1, M-3 y a quitar las espoletas de las granadas metiéndoles el dedo. Que mi madre cuando se enteró, no quería que yo saliera con mi primo, que vivía en mi casa. Él era hijo de mi tía Natalia, pero era un personaje, un personaje que según cuenta la leyenda, porque yo sí no lo voy a aseverar, se robó el famoso brillante del Capitolio porque él estuvo casado con Tata Grau, la sobrina de Grau. Yo era una niña, pero bueno, yo gocé mucho con él. (risas)

Amaury. Una perla el muchacho, una perla que se robó un brillante.

Natalia. Pero te voy a decir que es una persona que yo llevo tan adentro, tan, tan adentro y él me enseñó de todo. Entonces yo disparaba como si fuera un juguete. Y cuando yo me empato con Wangüemert, con José Luis Gómez Wangüemert en el Palacio de Bellas Artes, acuérdate, bueno, acuérdate no, tú no te tienes que acordar, yo fui antes que empezara Bellas Artes, yo empecé allí a ir…

Amaury. Usted fue la primera directora después de la Revolución ¿no?

Natalia. Yo fui la directora, lo tomé en las armas después de la Revolución, pero antes yo fui guía de turismo allí con Lidia Cabrera, que tenía las Salas de Etnología, que estaba haciendo con Odilio Urfé y el niño Santos Ramírez, de la comparsa del Alacrán, me empato con ella, porque ella era muy amiga de mi familia, Raymundo Cabrera, era íntimo de mi abuelo y todo, y me empato con ella y le pido que me deje empezar a investigar, con ella, por supuesto, de guía, sobre la sala, para yo poder ser la conferencista de esa sala. Porque uno tenía que hacer una vez al mes una conferencia de la sala que escogiera. Y yo escogí la de Etnología.

Amaury. ¿Pero ahí es donde surge su interés entonces por la Religión Afrocubana?

Natalia. No, surge con mi nana negra.

Amaury. Ah…

Natalia. Isabel Cantero, que maferefun ella.

Amaury. ¿Pero ella le hablaba de religión también?

Natalia. ¡Hombre!

Amaury. ¿Y no había una contradicción interna, quiero decir, entre esa niña del Sagrado Corazón de Jesús, del Saint George, con lo que la Tata le enseñaba?

Natalia. Pero, Amaury, si te hago una confesión que siempre son públicas, porque esto va para…

Amaury. …Esto se ve, esto se ve, y se ve en el mundo entero, además.

Natalia. No, yo lo sé. Yo te voy a decir, yo he tenido muchas contradicciones con los principios de la Iglesia Católica, muchas, de niña y todo, pero era una obligación ser católica. Ahora, no sé si tú sabrás, me imagino que sí, que yo soy muy amiga de determinados curas, ¿eh?

Amaury. También sé que de determinados.

Natalia. De determinados curas, pero muy amiga y los quiero con el alma, pero yo siempre tuve mis contradicciones. Contradicciones, por ejemplo, muy sencillas: ¿Por qué me tienen que obligar a ir a misa todos los días? ¿Por qué si dejo de comulgar dos días, llaman a mis padres a decirle que no estoy comulgando y que no me confieso? No me da la gana de confesarme ¿por qué tengo que confesarme? Vaya, eso pensaba yo con 12 años, 13 años, no me da la gana.

Por eso a mí me gusta mucho la religiosidad popular, yo quiero decirte que yo he vivido con los indios americanos, con los indios de Canadá. Ahora estuve en África, en Camerún, buscando las sociedades secretas.

Amaury. La otra vez que la estuve buscando para el programa, estaba en Camerún.

Natalia. Estaba en Camerún. Estuvimos con las sociedades secretas. Gracias a una fundación española y gracias a los socios, ¿sabes? Porque pude ir a África por primera vez. Yo estudio África y nunca había ido.

Amaury. ¿Nunca había estado en África?

Natalia. Estuve en Haití también.

Amaury. El otro día me reía, porque a un amigo mío, cura le digo: voy a entrevistar a Natalia Bolívar y él me dice: ella fue novia de Carlos Manuel de Céspedes.

Natalia. Bueno, yo siempre digo que él es mi marido espiritual y lo digo en todos lados. Y él dice: Natalia, un día se lo van a creer. A mí que me importa que se lo crean. Él es, él ha sido como, ¿tú te acuerdas del bálsamo, ese bálsamo que se ponía?

Amaury. ¿Cuál, el ruso?

Natalia. No. (risas)

Amaury. Ah, no, porque había uno que se llamaba bálsamo de Shostakosky o algo así.

Natalia. No, eso…, para tú calmarte.

Amaury. Ah, ya,

Natalia. Él es el que me escucha todas las descargas, él es mi gran amigo. Para yo decirte amigo, es muy especial, porque para mí el amigo, lo escojo yo. Yo te digo primos, hermanos, esos me tocaron por la libreta. Pero cuando yo te digo amigo, es el que yo escogí como amigo y Carlos Manuel y yo nos entendemos muy bien y nos comprendemos. Él me comprende a mí muy bien. Quién sabe si yo a él no, pero él a mí sí.

Amaury. No, no, además, él va a estar invitado en el programa y haré la pregunta a la inversa, para el otro lado. Ahora, voy a volver, porque no se pueden quedar las cosas colgando y a mí, a veces, me voy fascinando y se me quedan las cosas colgando.

Primero hablamos de cuándo conoció las armas. Pero usted tuvo una labor importante, con compañeros importantes y queridos de la Patria, con Héroes de la Patria en la clandestinidad. Y quiero hablar de eso hasta donde usted quiera llegar.

Natalia. Bueno, yo soy la presa número 24 837, para el que juegue la bolita, ya sabe cómo.

Amaury. (risas) Ay, Natalia.

Natalia. Este, yo estuve… Yo me siento muy orgullosa de ser del Directorio Revolucionario. Yo no te digo fui, ni te hablo en pasado.

Amaury. No, soy.

Natalia. ¡Yo soy del Directorio Revolucionario!, para que sepas y me siento muy orgullosa. Y me siento muy orgullosa de mis compañeros. Y no orgullosa por lo que hicieron, sino por la unidad que teníamos durante el clandestinaje. Yo fui presa, fui torturada y, por supuesto, me botaron del Museo ipso facto y me tuve que ir al clandestinaje, estuve asilada en la embajada de Brasil, compañera de Raúl Díaz Argüelles, a quien mataron en Angola.

Amaury. Ahí iba yo.

Natalia. El Tavo Machín, el Alejandro de la Guerrilla de Bolivia, estuvo en el clandestinaje conmigo. Hicimos el atentado a la 15 Estación de Policía. Y siempre estuve con ellos. Los llevé a la Sierra, porque yo me quedé con una casa llena de armas, ya clandestina, en el reparto Orfila, donde sucedieron los hechos de Orfila.

Íbamos a hacerle un atentado a Batista, y ya estaba planificado y lo que fueron es a la Sierra a comunicarle a Faure (Chomón) y a la dirigencia que estaba en la Sierra que nosotros íbamos a hacer el atentado. Ya lo teníamos todo, bazooka y todo, pero vino la ofensiva y la toma de Santa Clara y se acabó el atentado que le íbamos a hacer.

Entonces también estuve con Alberto Mora, el hijo de Menelao Mora, Julio García Olivera, Jimenito. Pero el hombre que varió mi vida completa, se llamó José Luis Gómez Wangüemert. Yo puedo decir que mi vida es antes de José Luis y después de José Luis, que le llamaban Peligro.Así que te puedes imaginar.

Amaury. Varias veces ha usado la palabra amigo; amigos, varias veces la ha usado, y cuando nos hemos visto, yo veo que esos amigos suyos le rinden pleitesía, la homenajean constantemente. ¿Uno siempre se merece los amigos que tiene, los amigos que escoge?

Natalia. No, yo no creo que me merezco los amigos que tengo. Pero en realidad, mira Amaury, yo le abro las puertas a todo el mundo. Se pueden quedar amigos o se pueden quedar enemigos. Y en realidad tengo poderosos enemigos.

Amaury. Reconoce que tiene enemigos poderosos.

Natalia. Poderosos, porque, bueno, vamos a ver. Déjame pensar para no caer en una…

Amaury. Es que nadie ha hablado en este programa de sus enemigos y todo el mundo tiene.

Natalia. No, ¡muchacho! yo tengo poderosos enemigos. Yo creo que es que nosotros somos envidiosos. A algunos los respeto, a otros no los respeto. Pero yo también tengo algo que, como tú ves, esto no lo llevo por gusto (se refiere a los collares que lleva puestos), nada de lo que hay aquí está por gusto, nada, nada de lo que tú ves, está por gusto.

Amaury. Sí, no son adornos, está claro.

Natalia. No, no, ninguno es adorno. Los adornos están guardados en la casa porque no los uso. Porque me pesarían mucho y tendría que usar, como me dijo un amigo mío: Oye, ahorita te vas a tener que poner una minerva. Digo, bueno, pero no pienso por ahora, todavía aguanto.

Yo te voy a decir una cosa, si tengo poderosos enemigos, tengo poderosas protecciones. Hay cosas que yo ni me atrevo a hablarlas delante de algo que me rodea. Porque sé que no dura una semana. Entonces no me atrevo a hablar.

Pero eso de los enemigos, quién sabe sea por un problema de envidia, quien sabe sea por un problema de hacerle daño a uno, porque yo he sido muy trabajadora toda la vida. Creo que soy buena madre, me parece, por ahí anda una de mis hijas.

Amaury. Claro, vino con usted, claro.

Natalia. Yo creo que he sido…

Amaury. ¿Y que trabaja también con usted, no?

Natalia. Ella trabaja conmigo. No, ella es la heredera de todo el archivo mío que es muy grande y de todos los libros y de todo. Y en realidad, ella a veces hace más trabajos que yo, y yo le digo, ponle esto y esto y ya. Y dice: ¡pero mami, ya tú no quieres ni escribir! Y le digo, yo, la verdad que no, porque como estoy pintando. Volví a retomar después de 50 años la pintura. Para mí es mi… yo descompresiono, yo me voy del mundo pintando.

Amaury. Ahora, hablando de obra y de legado. ¿Usted cree que nosotros en Cuba le hemos hecho la suficiente justicia a la figura de Lidia Cabrera?

Natalia. No, hijo, ninguna, ninguna.

Amaury. ¿Por qué cree?

Natalia. Porque Lidia Cabrera es la tradición oral. Hay dos sistemas de investigación: el científico de Don Fernando Ortiz, indiscutiblemente, y la tradición oral de Lidia Cabrera. Y ¡por favor!, tú no puedes escribir de religión, ni hacer conclusiones de religión, si tú no te estudias a esos dos personajes y si tú no estudias los libros que tienen ellos hechos. Y uno entiende qué ha pasado en el siglo XIX y principios del siglo XX, porque es la tradición oral.

Amaury. Pero usted tiene un libro donde la homenajea…

Natalia. Yo sí, Tributo, con mi hija Natacha:Tributo, Lidia Cabrera en su Laguna Sagrada. Que nosotros fuimos con Lázaro Ross, lo presentamos, y está dedicado, el libro, a Pedro Betancourt. Y tuve la suerte que los de la Televisión Española, que son muy amigos míos, fueran con su equipo y filmaran todo lo que hicimos allí, que fue el Canto en la Laguna Sagrada, que hay un ojo de agua que lo han tapado, se hizo el canto a San Lázaro, que es fabuloso, fabuloso, el San Lázaro que llora sangre. Fuimos al cementerio. Lázaro cantó en todos lados, Arará, Ayesá, Ganga, Yoruba. Fue precioso, nos pasamos todo el día en eso.

Amaury. Bueno, yo voy a hacer un cambio drástico.

Natalia. Cambia radical, si quieres.

Amaury. Ahora, cualquiera que está mirando se da cuenta que usted es una mujer muy bonita y normalmente la belleza va apareada de muchas relaciones amorosas. Hábleme un poco de sus amores.

Natalia. Bueno, son muchos.

Amaury. Bueno, hábleme de los que pueda, o por lo menos de los más importantes. ¿Usted ha sido una mujer muy enamorada?

Natalia. Sí. A mí un amor nunca me ha durado más de tres años.

Amaury. ¿Pero qué pasa que después del deslumbramiento inicial empieza como un descender?

Natalia. No, es que yo soy celosa, Amaury, muy celosa. Yo soy celosa hasta de las amistades, muy celosa.

Amaury. ¿Ah, sí?

Natalia. Eso te lo estoy confesando, eso nadie lo piensa de mí, pero yo soy muy celosa. Entonces, no sé, las relaciones se volvían un poco complejas y creo que tres años es bastante. Pero te voy a decir, que cada hombre que he tenido, fíjate que yo estoy haciendo mis memorias, no voy a decir que las estoy haciendo, las quiero hacer, y los capítulos van a estar interrumpidos por los hombres que han marcado mi vida. (risas)

Amaury. ¡Que interesante! (risas)¡me va a encantar leer esas memorias!

Natalia. Bueno, vuelvo, quieres que te diga cuáles han marcado mi vida.

Amaury. Sí, sí, quiero que me diga.

Natalia. Bueno, Wangüemert fue un antes y después de Wangüemert.

Amaury. El de siempre.

Natalia. Después de Wangüemert no ha crecido la hierba (risas).  Sí, es verdad, después de Wangüemert, la yerba creció pero se quedó ahí. No llegó a ser…,¿cómo se llama la yerba mala esa?

Amaury. El marabú.

Natalia. Bueno, mira, Mariano fue un hombre que me marcó mucho, pero me marcó intelectualmente, me ayudó mucho a comprender la pintura en toda su magnitud. En la época del 57, yo pintaba los rasgos, le pintaba a él el lienzo, con trazos y él venía detrás.

Amaury. Además, Mariano era un hombre que sabía de todo, era un hombre de mucha cultura.

Natalia. De una cultura tremenda, y sabía de música.

Amaury. Lo conocí bien, gracias a Dios.

Natalia. Y bueno, a mí me fue muy fuerte, porque una de las cosas que más a mí me impresionó de Mariano, fue el explicarme con lujo de detalles, Las Meninas, de Velázquez.

La primera vez que viajé a España, fui directo, solté maletas para irme a ver Las Meninas, de Velázquez. Sentarme delante y apreciar todo lo que me había enseñado Mariano de Las Meninas.

Amaury.¿Por qué no tiene correo electrónico con la oportunidad de poderlo tener? me dijo el otro día: No me vayas a escribir por correo electrónico, porque no tengo.

Natalia. Amaury, no uso nada de eso, siempre he escrito a mano o en máquina de escribir y yo tengo mi máquina de escribir. La casa está rodeada de máquinas viejas, desde la Underwood en la que escribí Los Orishas en Cuba, hasta, bueno, todo en máquinas viejas.

Amaury. Ese es un libro capital dentro de la literatura religiosa cubana, Los Orishas en Cuba.

Natalia. Sí, es el que me vuelve a poner en la palestra pública. Bueno, es un libro que yo quise mucho, pero se lo debo y lo voy a decir, porque es que él no me hace ningún caso, a Armando Suárez del Villar y a Reynaldo González.

Amaury. ¿Ah, sí?

Natalia. Armando Suárez del Villar, porque en ese tiempo tuve varios trabajos. Tú sabes que yo limpié tumbas del cementerio, etc., etc. Como no me lo has preguntado, no te lo voy a decir, no te voy a decir más nada.

Amaury. No, no, no se lo pregunté porque pensé que lo iba a decir usted. Pero bueno, ya lo dijo.

Natalia. Es que la vida es muy larga.

Amaury. Ya lo dijo, ya lo dijo.

Natalia. Entonces, con Armando, yo caigo en el Teatro Nacional. Ya antes yo había ayudado a Titón en La Última cena, cuando estaba en el (museo) Numismático, que le di todas las monedas que tuve que ir con ellos y que Titón me pidió una serie de asesoría que yo en realidad, no me interesaba que me pusiera en los créditos, ni nada -él me decía: Te voy a poner en  los créditos. Le digo: no- hasta el último de Fresa y Chocolate, que me dijo: oye, te voy a poner en el crédito, y lo le dije: está bien, ponme el crédito, más nada. Pero a Armando Suárez del Villar, a él yo lo ayudé mucho en Santa Camila. Yo hice las tres Camilas; con Verónica Lynn, con Adria Santana, y con Isabel Moreno. Las tres Camilas. Por amor al arte todo. Y estuve, sí, por amor al arte en Réquiem por Yarini, bueno, yo asesoré a Manuel Octavio Gómez, vaya, no sé, he asesorado a mucha gente de teatro y de cine. Y ellos mismos, y sobre todo Armando Suárez del Villar, que es un yiyiyí, me dijo: ¿Por qué tú no haces un libro y así no te molestamos más? Y nos dices cómo camina Yemayá y cómo se viste.

Amaury. Claro, ahí está el referente para todo.

Natalia. Porque el problema es que ellos me enseñaron, y yo lo tengo que decir, porque con Armando Suárez del Villar, yo aprendí a hacer mis conferencias. ¿En qué sentido?, ahora cualquiera las hace, pero cuando yo las hacía, no. De músicos, yo tuve hasta mis grupos musicales y trabajaba con Lázaro Ros. Música y actuación corporal. Y hacía toda la cosa científica, pero hacía también los patakines, los cuentos y todo.

Amaury. Los cuentos, los patakines.

Natalia. Actuados, cantados, o sea, a las conferencias se iba y tú no sabías que estabas viendo una conferencia. Eso lo aprendí, sobre todo, con Armando Suárez del Villar. Porque con Armando tuve que trabajar muy duro.

Amaury. El sentido teatral de todo eso.

Natalia. Y hago como una cosa de teatro. Ahora uso el photoshop, que Natacha hace unos photoshops espectaculares, y además interviene. Pero cuando tengo músicos integro a los músicos. Y cuando tenemos a Coralia aquí, integro a Coralia, de actriz. O sea, yo aprendí mucho con el teatro y con el cine, mucho, mucho, mucho.

Amaury. A ver, voy acercándome a la curva final del programa, porque estos programas desgraciadamente tienen un final.

Natalia. Creo que te hemos llevado demasiado tiempo.

Amaury. No, qué va, para nada, para nada, estoy encantado, estoy fascinado. Ahora son preguntas puntuales. ¿Cuándo la religión afrocubana se convierte en negocio?

Natalia. Oye, qué complejo tú eres, viejo. Bueno, yo no puedo decir cuando se convierte en negocio, porque yo siempre veo la religión de origen afrocubano con la belleza que tiene de ser ecológica, ¿entiendes?, que te enseña a querer todo lo que hay en la naturaleza. O sea, nosotros somos ecológicos. Y en realidad, yo creo, pudiéramos decir que el problema es económico, Amaury, sí, no le pongas más, la situación, tú conoces porque tú vives aquí, no vives en China, ni en París, ni en nada de eso. Si vivieras allá, cuidado.

Amaury. No, vivo aquí y viviré.

Natalia. Pero en realidad la situación económica es dura y hay veces la gente no tiene conciencia de que cuando tú vas a ayudar a una persona tienes que ayudar de okán, o sea, de corazón.

Amaury. De corazón.

Natalia. Si no estás perdido. Entonces llegan a cobrar más, en exceso, y a vivir de esto, que no debe ser. Porque de verdad estas religiones son de mucho amor, de mucho amor. Los viejos vivían muy pobres, todo lo hacían. Si tienes dinero me das un peso, mi’jita y si no, no me das nada. Entonces yo creo que hay un momento muy difícil mundialmente, no es de Cuba solo, mundialmente, entonces se nos va de la mano.

Amaury. Sí, últimamente, yo tengo amigos que profesan y cultivan y son devotos de la religión afrocubana -a cada ratico vienen a casa- Oye, ¿te has visto, te has consultado? les pregunto, ¿no? Y me dicen: sí, me mandan paraldos constantemente uno y otro y cuatro pollos y no sé qué, un chivo y entonces, bueno, yo digo: ¿pero constantemente tienes que hacerte eso?

Natalia. No, no, es que se ha perdido un poco la ética, los principios de esta religión que son unos principios tan bellos, porque es ayudar al prójimo.Y yo creo que tú te haces mejor en la vida, y a ti mismo, ayudando al prójimo. Porque dejas parte de tu vida en lo que tú has podido tener de sabiduría, en el trayecto de tus tantos años vividos.

Amaury. Yo creo que una autoridad como usted diciendo eso en televisión, igual llama a las buenas conciencias a que retomen el camino de la ética.

Natalia. Yo no pienso solo que la religión ha perdido la ética, se ha perdido mucho la familia, se ha perdido el amor al prójimo. O sea, la cosa de que me queda un buchito de sal, y me vienen a pedir sal y digo no, no, oye, si le doy un poquito de esta sal a dónde voy a parar yo. No, se ha perdido mucho eso. Pero yo creo que es porque nos hemos volcado mucho en el amor a la Patria. Yo creo que el amor a Cuba es algo que nos toca mucho. Y se ha perdido el amor a la familia. Y la familia es muy importante, Amaury, es muy importante, porque es la que tienes al lado, es la que te conoce a la perfección y es la que vive contigo. Y es la que no te va a tirar cuando seas viejo para la calle ¿me entiendes?

Yo creo que la familia es fundamental. Bueno, es el eje de toda sociedad. Y yo creo que la gente tiene que reflexionar mucho y tenemos que aprender mucho, tenemos que aprender todavía mucho. Yo con mi edad quiero seguir aprendiendo.

Amaury. Bueno, yo estoy ya en el final de la entrevista. Y lamento no tener más tiempo para hablar en extensus, como se dice en latín, sobre algunos temas.

Pero hay una novela, por cierto, preciosa, la de Quintín Banderas, la novela de Quintín Banderas.

Natalia. Ay, sí.

Amaury. Y ahí en Quintín Banderas, supuestamente, supuestamente no, ocurrió en la novela, bajaron un muerto. No le voy a preguntar, porque no voy a convertir esto en una consulta espiritual.

No le voy a preguntar cómo es que se baja un muerto, ni qué significa bajar un muerto. Cualquier persona que está viendo el programa sabe lo que es: convocar el espíritu de una persona fallecida y que “aparezca”.

Si usted tuviera la oportunidad -y sería mi última pregunta- de “bajar” hoy a un muerto ¿a quién bajaría?

Natalia. Si yo tuviera la oportunidad, yo bajaría a Wangüemert, si yo tuviera esa oportunidad. Porque la tuve con Quintín Banderas, para que veas, pero yo bajaría a Wangüemert, para poder llorar en sus hombros.

Amaury. Bueno, muchas gracias, Natalia, por haber venido y por habernos dado un poquito de su magisterio y por haber visto en sus ojos el destello de lo profundo, nadar en aguas profundas. Hoy pude nadar en aguar profundas. Muchas gracias.

Natalia. No, gracias a ti.

Amaury. Muchas gracias.

Natalia Bolívar en

Natalia Bolívar en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez. Foto: Petí

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Natalia Bolívar en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Foto: Petí

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Natalia Bolívar en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Foto: Petí

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Natalia Bolívar en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Foto: Petí

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Natalia Bolívar en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Foto: Petí

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Natalia Bolívar en "Con 2 que se quieran", que conduce Amaury Pérez Foto: Petí